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Maurice Martenot interpretando el instrumento
que lleva su nombre. |
El
ondes Martenot es junto con el
theremin, el único instrumento electrónico anterior a la Segunda Guerra Mundial que ha llegado hasta nuestros días en un buen estado de salud. Decenas son los
ondistas -tal y como se denomina a los intérpretes del instrumento-, que ofrecen conciertos y cada año se incorporan nuevas obras a su repertorio.
Aunque comenzó a trabajar en el instrumento que lleva su nombre en 1919,
Maurice Martenot (1898-1980), no presentó públicamente la primera versión del mismo hasta 1928. El inventor, al igual que
Lev Termen, un joven violonchelista, había sido radiotelegrafista durante la Primera Guerra Mundial (también igual que Termen), período en el que se hizo célebre entre los soldados franceses por extraer melodías electrónicas de su equipo de radio. El impacto causado por semejante hazaña para aquella época y el tipo de sonidos similares a los del ladrido de un chihuahua provocaron que la tropa apodara a Martenot como "
le chien mexicain" (el perro mexicano).
El ondes Martenot se basaba en el principio del
heterodino, basado en la
tecnología del triodo o tubo de vacío, al igual que el theremin, el
trautonium y todos los
instrumentos electrónicos anteriores a 1947, fecha de la invención del transistor (que se comercializaría una década más tarde). La primera encarnación del ondes Martenot se tocaba al igual que el theremin, a cierta distancia del instrumento, con la diferencia de que en el theremin no había contacto alguno entre el intérprete y el instrumento, mientras en el ondes Martenot el intérprete llevaba un fino cable metálico anillado al dedo índice conectado al instrumento. Con el acercamiento y alejamiento del cable respecto al instrumento, el ondista determinaba los tonos.