Portada original francesa de L'Aventure des Plantes de Joël Fajerman. |
La banda sonora de la serie documental L'Aventure des Plantes (La aventura de las plantas, Jean-Marie Pelt y Jean-Pierre Cuny, 1982/1986), supuso en su día el primer punto de contacto que muchos tuvieron con la música electrónica de un modo consciente. No obstante, el éxito del tema principal de la serie no ayudó a que el nombre de Joël Fajerman fuera identificado como su creador entre el gran público. En un tiempo en el que famosos artistas electrónicos como Jean Michel Jarre, Vangelis, Tangerine Dream, Kraftwerk o Kitaro sonaban sin cesar en sintonías televisivas y radiofónicas de todo tipo de programas, este hecho era desgraciadamente bastante habitual.
El éxito de L'Aventure des Plantes, con su modo didáctico y educativo de divulgar el mundo de la botánica, vino acompañado del éxito de su banda sonora en varios países europeos, hecho que propiciaría la edición del correspondiente álbum homónimo, publicado en 1982 por Carrere, sello que capitalizó buena parte de la música disco y electrónica francesa surgida en los años 70 y principios de los 80. Cabe recordar que la serie original de 1982 constaba de 13 episodios que fueron ampliados con una tardía segunda temporada en 1986 hasta completar un total de 26 capítulos, retransmitidos por el canal público francés TF1, así como por otros entes de radiotelevisión públicos europeos, tal y como sucedió en España con TVE.
Desde su publicación, y con el paso de los años, esta banda sonora, ha ido adquiriendo un estatus de legendaria, con muchos seguidores de la misma. Tanto es así que la música ha perdurado en la memoria de los seguidores de la new age o las llamadas nuevas músicas, que la consideran un hito de la vertiente más electrónica de las mismas.
La trayectoria del autor de la banda sonora es similar a la de tantos otros músicos que abrazaron el sonido electrónico en los años 70 como una nueva vía de expresión musical.
Joël Fajerman, nació en París en 1948 y estudió piano desde los cinco años. A los 17 decide abandonar los estudios clásicos en el conservatorio en favor de la música rock. Tras ejercer a finales de los años 60 como músico de sesión y de directo de artistas como Nicoletta, Claude François y Darío Moreno entre otros, a principios de los años 70 con la aparición de los primeros sintetizadores comerciales, Fajerman se interesa hasta tal punto por los novedosos instrumentos, que termina granjeándose fama de experto programador dentro de la escena musical francesa.
Su interés por la música electrónica se puso de manifiesto a mediados de los 70, cuando Fajerman fundó en París junto a Dominique Alas, importador de la firma japonesa Korg, la tienda de instrumentos electrónicos Phonorgan Musique, la primera de su clase de la capital francesa, especializada tanto en órganos como en sintetizadores. Paralelamente comienza a grabar una serie de álbumes junto a Jan Yrssen, con el que realizó Racines Synthétiques (1978), y Painted Desert (1980), y Pierre Laurency con el que colaboró en Terre de Feu (1979). Asimismo, publicó dos LPs firmados en solitario, como fueron Prisme (1979), y Azimuts (1981), todos ellos editados por sellos como PSI, Musique Pour L'image y Sonimage, especializados en lo que se denomina "library music" o "música de librería", es decir, música compuesta y grabada por un artista pero que es propiedad de una productora o en este caso de un sello especializado que licencia a terceros su uso para diferentes productos audiovisuales en cine, radio, televisión y otros medios.
Dentro de este contexto cabe situar la banda sonora de L'Aventure des Plantes, que contiene como único tema original la célebre sintonía de la serie, "Flowers Love". El resto de las piezas contenidas en este LP pertenecen a la mayor parte de esos álbumes de "library music" que Joël Fajerman firmó en solitario o en colaboración con otros músicos entre 1978 y 1981. Por tanto, casi habría que referirse a esta banda sonora como si de un recopilatorio se tratara y no como un trabajo creado ex profeso para la ocasión.
Desde un punto de vista técnico, los diferentes temas del álbum están grabados en 8 y 16 pistas en el estudio privado del artista en París. El equipo utilizado por Fajerman en esta época estaba compuesto por los sintetizadores polifónicos Sequential Circuits Prophet 5 y Korg PS-3100, entre los monofónicos/duofónicos se encontraban el ARP Odyssey, Moog Multimoog y Oberheim SEM. A todos estos se sumaría el secuenciador ARP Sequencer, la caja de ritmos Roland TR808, el 'ensemble' polifónico el Korg PE-1000 y también el teclado de cuerdas percutidas Clavinet D6.
Con un inicio secuencial que recuerda sobremanera al Vangelis de Albedo 0.39 (1976) o Spiral (1977), se abre el álbum con el célebre tema principal de la serie, "Flowers Love", una pieza, cuya inolvidable y melancólica melodía, también puede recordar por momentos a algunas pistas de L'Apocalypse des Animaux (1973), u Opera Sauvage (1979), álbumes todos ellos, que sin duda escuchó Fajerman y le sirvieron de inspiración. Aspecto éste que se aprecia también en los arreglos e incluso en el final de aire solemne de la pieza, propios del músico griego.
El segundo tema, "Ma Forêt" es con el que originalmente se abre la cara B del álbum Racines Synthétiques compuesto en colaboración con Jan Yrssen en 1978. Se trata de una pieza lenta, simple y solemne, con una melodía sumamente sencilla y evocadora de ambientes plácidos. A continuación, "Racines Synthétiques", tema también extraído del álbum homónimo, es una pieza rítimica claramente inspirada en "Equinoxe 7" de Jean Michel Jarre, incluso imita el mismo tipo de secuencia, los efectos y su estilo melódico, aunque de un modo bastante tosco. Los sintetizadores suenan más crudos y mucho menos trabajados, configurando un tema bastante prescindible. En este sentido, cabe apuntar que estos dos cortes provienen del álbum más antiguo, están grabados originalmente en ocho pistas y presentan una instrumentación bastante limitada, compuesta por el Prophet 5, el ARP Odyssey y el Korg Polyphonic Ensemble.
El álbum continúa con "Rose des Sables", un breve tema de poco más de un minuto perteneciente al álbum Painted Desert de 1980 junto a Jan Yrssen, de aire triste y melancólico, de nuevo con unos sonidos sumamente simples, dando lugar a una pieza poco inspirada. Le sigue "Painted Desert", una bonita melodía de corte clásico con la que se abre el álbum homónimo. De nuevo su aire triste y melancólico vuelve a traernos a la mente la música de Vangelis, incluso por su solemnidad. Si no fuera porque el tema está compuesto en 1980 diría que se asemeja en estilo a "Five Circles" de la banda sonora del film Chariots Of Fire (Hugh Hudson, 1981). Así y todo, se trata de una de las piezas más destacadas del disco.
El sexto tema del álbum "Reminiscences", pertenece originalmente a la cara A del LP Azimut (1981). Se trata básicamente de una pavana electrónica, con sonido de clavecín incluido, y una melodía de cuerdas que lleva el peso del tema, constituyendo una composición de calidad que encajaría perfectamente en la producción discográfica de un músico como Richard Vimal. Proveniente del mismo álbum, le sigue "Levantines", un tema que vuelve a estar inspirado de manera clara en diferentes momentos de Equinoxe (1978), de Jean Michel Jarre, en el que nuevamente Fajerman copia los tics estilísticos de su compatriota, pero con un resultado global que deja bastante que desear.
Con "Incantation" nos desplazamos hasta la quinta pieza de la cara B del álbum Prisme (1979), que nuevamente nos retrotrae a Jean Michel Jarre, en este caso, no al lado más rítmico del músico de Lyon, sino a su vertiente más cósmica expresada en un tema como "Oxygène I", aunque en este caso Fajerman se las ingenia para no sonar tan mimético, si no fuera por los sonidos burbujeantes de fondo, muy típicos de Jarre. Por su parte "Plage de Lune", es el tercer tema de L'Aventure des Plantes perteneciente a la cara A del LP Azimut (1981), y que constituye otra pieza de melodía ensoñadora de inspiración clásica, y que sin ser un tema especialmente destacable, su escucha agradable destaca por el efecto de "phaser" que preside todo el tema, y que es también una de las constantes de varios de los cortes del disco.
Entramos en la recta final del álbum con "Sirocco", un tema original del LP Painted Desert (1980), que es quizá el más experimental, el menos abiertamente melódico y en el que Fajerman más radicalmente se desmarca de las alargadas sombras de Vangelis y Jean Michel Jarre. Al igual que el viento que le da nombre a la pieza, el compositor parisino intenta expresar ese sonido mediante la electrónica de una forma muy impresionista configurando una de las composiciones más interesantes de la banda sonora.
Por último y cerrando el álbum, la pieza "Strings" es el quinto tema de la cara A del LP Prisme (1979). El tema vuelve a ser un calco del estilo de Jean Michel Jarre. En este caso, se trata de una melodía solemne, casi de un himno realizado con sonidos de cuerdas, como su propio título indica. En cuanto escuchamos la pieza la relacionamos enseguida con el nombre de Jarre, aunque su paralelismo no se sitúe en ningún tema concreto de sus primeros álbumes, los arreglos y el estilo de composición son los típicos del músico de Lyon.
En la época anterior a la World Wide Web, antes de investigar la verdadera génesis de esta banda sonora y habiendo escuchado bastante música electrónica de los años 70 y 80, una de las cosas que siempre me llamó la atención de L'Aventure des Plantes era lo antigua que sonaba. Siempre pensé que si el disco era de 1982, los sonidos y el estilo me transportaban a mediados de los 70, quizá por ello y erróneamente muchos sitúan la edición de esta banda sonora en el año 1979. Por entonces no tenía conocimiento de que todos los temas a excepción del principal, provenían de álbumes de librería grabados entre 1978 y 1981. Incluso a nivel de producción y tratamiento del sonido siempre me ha parecido un álbum bastante pobre, impresión que la ramplona edición española en CD de 1997 a cargo del sello Blue Moon, tampoco ha ayudado a mejorar.
No sé si es por tratarse también de la banda sonora de una serie sobre la naturaleza, pero el caso es que este disco, quizá en el ambiente y en el tono melancólico, siempre me ha recordado a L'Apocalypse des Animaux de Vangelis, grabado en 1970, pero cuya edición no tuvo lugar hasta 1973. De hecho la influencia de Vangelis está omnipresente en todo el álbum, así como algunas pinceladas o más bien brochazos de Jean Michel Jarre, por lo general en los temas más rítmicos.
Nunca he entendido el motivo de tanto fervor por esta banda sonora, cuando es desde todos los puntos de vista una obra de segunda fila que ni por asomo se puede comparar con los álbumes de Vangelis y Jean Michel Jarre en los que se inspira en muchos momentos, de los que está a años luz en composición, producción y sonido.
No obstante, y a pesar de tratarse de una banda sonora configurada a partir de temas pertenecientes a álbumes distintos, trasmite una gran sensación de conjunto en el oyente. De hecho, si alguien se ha tomado la molestia de escuchar esos elepés de librería se dará cuenta de que para L'Aventure des Plantes se seleccionaron, sin duda, los mejores cortes de los mismos. Eso no quita para que la calidad de las composiciones no sea especialmente destacable, a excepción de tres o cuatro piezas que presentan un nivel aceptable.
En conclusión, L'Aventure des Plantes es una banda sonora de escucha agradable, pero al mismo tiempo es un trabajo poco arriesgado y en el que la originalidad no es precisamente uno de sus puntos fuertes.
Desde su publicación, y con el paso de los años, esta banda sonora, ha ido adquiriendo un estatus de legendaria, con muchos seguidores de la misma. Tanto es así que la música ha perdurado en la memoria de los seguidores de la new age o las llamadas nuevas músicas, que la consideran un hito de la vertiente más electrónica de las mismas.
Joël Fajerman en una fotografía de su álbum Azimut de 1981. |
Joël Fajerman, nació en París en 1948 y estudió piano desde los cinco años. A los 17 decide abandonar los estudios clásicos en el conservatorio en favor de la música rock. Tras ejercer a finales de los años 60 como músico de sesión y de directo de artistas como Nicoletta, Claude François y Darío Moreno entre otros, a principios de los años 70 con la aparición de los primeros sintetizadores comerciales, Fajerman se interesa hasta tal punto por los novedosos instrumentos, que termina granjeándose fama de experto programador dentro de la escena musical francesa.
Su interés por la música electrónica se puso de manifiesto a mediados de los 70, cuando Fajerman fundó en París junto a Dominique Alas, importador de la firma japonesa Korg, la tienda de instrumentos electrónicos Phonorgan Musique, la primera de su clase de la capital francesa, especializada tanto en órganos como en sintetizadores. Paralelamente comienza a grabar una serie de álbumes junto a Jan Yrssen, con el que realizó Racines Synthétiques (1978), y Painted Desert (1980), y Pierre Laurency con el que colaboró en Terre de Feu (1979). Asimismo, publicó dos LPs firmados en solitario, como fueron Prisme (1979), y Azimuts (1981), todos ellos editados por sellos como PSI, Musique Pour L'image y Sonimage, especializados en lo que se denomina "library music" o "música de librería", es decir, música compuesta y grabada por un artista pero que es propiedad de una productora o en este caso de un sello especializado que licencia a terceros su uso para diferentes productos audiovisuales en cine, radio, televisión y otros medios.
Dentro de este contexto cabe situar la banda sonora de L'Aventure des Plantes, que contiene como único tema original la célebre sintonía de la serie, "Flowers Love". El resto de las piezas contenidas en este LP pertenecen a la mayor parte de esos álbumes de "library music" que Joël Fajerman firmó en solitario o en colaboración con otros músicos entre 1978 y 1981. Por tanto, casi habría que referirse a esta banda sonora como si de un recopilatorio se tratara y no como un trabajo creado ex profeso para la ocasión.
Desde un punto de vista técnico, los diferentes temas del álbum están grabados en 8 y 16 pistas en el estudio privado del artista en París. El equipo utilizado por Fajerman en esta época estaba compuesto por los sintetizadores polifónicos Sequential Circuits Prophet 5 y Korg PS-3100, entre los monofónicos/duofónicos se encontraban el ARP Odyssey, Moog Multimoog y Oberheim SEM. A todos estos se sumaría el secuenciador ARP Sequencer, la caja de ritmos Roland TR808, el 'ensemble' polifónico el Korg PE-1000 y también el teclado de cuerdas percutidas Clavinet D6.
Portada del single "Flowers Love". |
El segundo tema, "Ma Forêt" es con el que originalmente se abre la cara B del álbum Racines Synthétiques compuesto en colaboración con Jan Yrssen en 1978. Se trata de una pieza lenta, simple y solemne, con una melodía sumamente sencilla y evocadora de ambientes plácidos. A continuación, "Racines Synthétiques", tema también extraído del álbum homónimo, es una pieza rítimica claramente inspirada en "Equinoxe 7" de Jean Michel Jarre, incluso imita el mismo tipo de secuencia, los efectos y su estilo melódico, aunque de un modo bastante tosco. Los sintetizadores suenan más crudos y mucho menos trabajados, configurando un tema bastante prescindible. En este sentido, cabe apuntar que estos dos cortes provienen del álbum más antiguo, están grabados originalmente en ocho pistas y presentan una instrumentación bastante limitada, compuesta por el Prophet 5, el ARP Odyssey y el Korg Polyphonic Ensemble.
El álbum continúa con "Rose des Sables", un breve tema de poco más de un minuto perteneciente al álbum Painted Desert de 1980 junto a Jan Yrssen, de aire triste y melancólico, de nuevo con unos sonidos sumamente simples, dando lugar a una pieza poco inspirada. Le sigue "Painted Desert", una bonita melodía de corte clásico con la que se abre el álbum homónimo. De nuevo su aire triste y melancólico vuelve a traernos a la mente la música de Vangelis, incluso por su solemnidad. Si no fuera porque el tema está compuesto en 1980 diría que se asemeja en estilo a "Five Circles" de la banda sonora del film Chariots Of Fire (Hugh Hudson, 1981). Así y todo, se trata de una de las piezas más destacadas del disco.
El sexto tema del álbum "Reminiscences", pertenece originalmente a la cara A del LP Azimut (1981). Se trata básicamente de una pavana electrónica, con sonido de clavecín incluido, y una melodía de cuerdas que lleva el peso del tema, constituyendo una composición de calidad que encajaría perfectamente en la producción discográfica de un músico como Richard Vimal. Proveniente del mismo álbum, le sigue "Levantines", un tema que vuelve a estar inspirado de manera clara en diferentes momentos de Equinoxe (1978), de Jean Michel Jarre, en el que nuevamente Fajerman copia los tics estilísticos de su compatriota, pero con un resultado global que deja bastante que desear.
Con "Incantation" nos desplazamos hasta la quinta pieza de la cara B del álbum Prisme (1979), que nuevamente nos retrotrae a Jean Michel Jarre, en este caso, no al lado más rítmico del músico de Lyon, sino a su vertiente más cósmica expresada en un tema como "Oxygène I", aunque en este caso Fajerman se las ingenia para no sonar tan mimético, si no fuera por los sonidos burbujeantes de fondo, muy típicos de Jarre. Por su parte "Plage de Lune", es el tercer tema de L'Aventure des Plantes perteneciente a la cara A del LP Azimut (1981), y que constituye otra pieza de melodía ensoñadora de inspiración clásica, y que sin ser un tema especialmente destacable, su escucha agradable destaca por el efecto de "phaser" que preside todo el tema, y que es también una de las constantes de varios de los cortes del disco.
Entramos en la recta final del álbum con "Sirocco", un tema original del LP Painted Desert (1980), que es quizá el más experimental, el menos abiertamente melódico y en el que Fajerman más radicalmente se desmarca de las alargadas sombras de Vangelis y Jean Michel Jarre. Al igual que el viento que le da nombre a la pieza, el compositor parisino intenta expresar ese sonido mediante la electrónica de una forma muy impresionista configurando una de las composiciones más interesantes de la banda sonora.
Por último y cerrando el álbum, la pieza "Strings" es el quinto tema de la cara A del LP Prisme (1979). El tema vuelve a ser un calco del estilo de Jean Michel Jarre. En este caso, se trata de una melodía solemne, casi de un himno realizado con sonidos de cuerdas, como su propio título indica. En cuanto escuchamos la pieza la relacionamos enseguida con el nombre de Jarre, aunque su paralelismo no se sitúe en ningún tema concreto de sus primeros álbumes, los arreglos y el estilo de composición son los típicos del músico de Lyon.
En la época anterior a la World Wide Web, antes de investigar la verdadera génesis de esta banda sonora y habiendo escuchado bastante música electrónica de los años 70 y 80, una de las cosas que siempre me llamó la atención de L'Aventure des Plantes era lo antigua que sonaba. Siempre pensé que si el disco era de 1982, los sonidos y el estilo me transportaban a mediados de los 70, quizá por ello y erróneamente muchos sitúan la edición de esta banda sonora en el año 1979. Por entonces no tenía conocimiento de que todos los temas a excepción del principal, provenían de álbumes de librería grabados entre 1978 y 1981. Incluso a nivel de producción y tratamiento del sonido siempre me ha parecido un álbum bastante pobre, impresión que la ramplona edición española en CD de 1997 a cargo del sello Blue Moon, tampoco ha ayudado a mejorar.
No sé si es por tratarse también de la banda sonora de una serie sobre la naturaleza, pero el caso es que este disco, quizá en el ambiente y en el tono melancólico, siempre me ha recordado a L'Apocalypse des Animaux de Vangelis, grabado en 1970, pero cuya edición no tuvo lugar hasta 1973. De hecho la influencia de Vangelis está omnipresente en todo el álbum, así como algunas pinceladas o más bien brochazos de Jean Michel Jarre, por lo general en los temas más rítmicos.
Nunca he entendido el motivo de tanto fervor por esta banda sonora, cuando es desde todos los puntos de vista una obra de segunda fila que ni por asomo se puede comparar con los álbumes de Vangelis y Jean Michel Jarre en los que se inspira en muchos momentos, de los que está a años luz en composición, producción y sonido.
No obstante, y a pesar de tratarse de una banda sonora configurada a partir de temas pertenecientes a álbumes distintos, trasmite una gran sensación de conjunto en el oyente. De hecho, si alguien se ha tomado la molestia de escuchar esos elepés de librería se dará cuenta de que para L'Aventure des Plantes se seleccionaron, sin duda, los mejores cortes de los mismos. Eso no quita para que la calidad de las composiciones no sea especialmente destacable, a excepción de tres o cuatro piezas que presentan un nivel aceptable.
En conclusión, L'Aventure des Plantes es una banda sonora de escucha agradable, pero al mismo tiempo es un trabajo poco arriesgado y en el que la originalidad no es precisamente uno de sus puntos fuertes.
Aún estando de acuerdo en tus impresiones y opiniones, creo que eres demasiado exigente cuando hablas de riesgo y originalidad.
ResponderEliminarLa posibilidad tímbrica de la música electrónica no debería, de ninguna manera, coartar a los compositores para tener que inventar la rueda cada vez que entran al estudio. Creo que es una presión que no se merecen (merecemos) y puede que haya acabado con más de una carrera.
He escuchado todos los discos de Fajerman (salvo el último), y los que aportan piezas a este recopilatorio los considero casi de corte "maquetero", pero es indudable que los temas elegidos tienen bastante calidad, son sencillos, emotivos y producidos con cariño y seriedad. La vida profesional de Fajerman la ha dedicado al estudio de grabación.
Comparar a Fajerman con las megaproducciones de Jarre es injusto. Y si lo piensas, comparar cualquier producción electrónica con Oxygene o Equinoxe, nos deja en un desierto electrónico que da mucho miedo.
Por poner un paralelismo, a mi me recuerda más a Fresh Aire que a Apocalypse, aunque La Aventura de las Plantas es totalmente electrónico (y analógico, para los más puristas) :)
Hola Lethave Plank
ResponderEliminarEstá claro que en los 70, la meticulosidad sonora de trabajos como los de Jarre no los encuentras con facilidad en la electrónica europea (en Estados Unidos el ejemplo máximo sería Wendy Carlos). No obstante, piensa que Jarre grabó Oxygene en un ocho pistas y Equinoxe en 16, el mismo tipo de equipamiento, sino inferior al que tenía su alcance Fajerman y además en su casa y bueno, el arsenal electrónico de Jarre es grande comparado con el de otros músicos, incluido Fajerman, y quizá eso, además de muchas otras cosas, marque la diferencia.
Otro aspecto diferenciador es que esos temas de Fajerman escritos para álbumes de "Library Music" se debían crear en unas pocas semanas, mientras que las obras de Jarre llevaban meses de maduración.
Respecto al carácter "maquetero", pienso que así es, se trata de trabajos grabados rápido y de manera un tanto chapucera, con poco tiempo dedicado a la producción. Eso no quiere decir que las composiciones en sí mismas sean malas. En el texto verás que algunas las considero notables. No obstante, tampoco creo que esa banda sonora sea un álbum tan excelso como algunos han querido ver.
Pienso que L'Aventure des Plantes no es un trabajo original desde el mismo momento en el que la mayor parte de las piezas no están compuestas ex profeso para este proyecto, algo que muchos ni tan siquiera mencionan en sus críticas, y eso es algo que se debe decir simplemente porque es verdad y mucha gente no lo sabe. Si a eso le sumamos unas influencias más que perceptibles de la electrónica de Jarre y la de Vangelis es hasta obvio que me refiera a éste como un trabajo poco arriesgado y poco original.
Un saludo
Pablo/Audionaut
Hay mucho desconocimiento respecto a la música electrónica. Conozco gente que piensa que el único núcleo estaba en Alemania, cuando Francia era un auténtico hervidero de músicos y grabaciones electrónicas. Y bueno, otros países también tenían un importante frente electrónico que ha quedado en el olvido.
ResponderEliminarIncluso la gran y desconocida Unión Soviética tenía una considerable industria del sintetizador, cosa que no existiría si no hubiera demanda.
Ahora mismo no creo que haya menos interés, sólo que las condiciones, en lugar de agruparnos, nos está deslocalizando. Y esto es un paso atrás en la evolución de la música, puesto que hay cosas que pasan inadvertidas y el contexto cultural se pierde un poco al no haber contacto entre los músicos.
Y me he ido un poco por las ramas, cuando lo que quería era llegar a que Jarre no empezó con el Oxygene. Hizo varios intentos anteriores con mayor o menor fortuna y que no lo hicieron destacar hasta que no se produjo una sinergia y su propuesta pasó por los canales profesionales adecuados, probablemente gracias a que en aquel momento había un ambiente electrónico que facilitó que se produjeran esos contactos.
Y, por supuesto, no quiero dejar pasar la oportunidad de felicitarte por el importante trabajo de divulgación que estás haciendo con tu blog, Pablo.
ResponderEliminarLethave has tocado uno de los temas que más me interesan ahora mismo, el de la música electrónica en Francia durante los años 70. De hecho mi próxima entrada, que espero publicar durante esta semana versa sobre este asunto. Pero tienes razón, lo que sucedió en Alemania con la Kosmische Musik y demás provocó que se prestara más atención a lo que allí sucedía y en Francia, el Reino Unido y en menor medida en otros países surgieron artistas que intentaban abrirse hueco y no encontraron respuesta.
ResponderEliminarEl caso más flagrante es sin duda el de Francia, donde no sólo estaban Jarre, Space o Space Art, sino toda una lista de músicos que de haber contado con un verdadero apoyo de la industria de su país, así como de sellos especializados como sucedió en el caso alemán podrían haber trascendido sus fronteras y quizá lograr que Virgin se fijara en ellos :-). Pero bueno, esa es parte de la historia y sólo nos queda el recurso de contarla como fue realmente rescatando del olvido a esos músicos olvidados.
Lo de la URSS es cierto, tienen decenas de modelos de sintetizador, los Aelita, Polivoks, Formanta, etc., etc. Casi ninguno tiene fama de buenos sintetizadores y si acaso se pirran por ellos los freaks de los analógicos es más por el hecho de ser soviéticos aunque suenen a rayos y centellas, jejeje. Sobre la música electrónica que se hacía tras el Telón de Acero el sello Erdenklang sacó una interesante serie llamada Looking East del que tengo el volumen dedicado a la RDA, que vale mucho la pena (aunque lo curioso es que todos los músicos utilizaban sintetizadores occidentales comprados en el mercado negro, por algo será digo yo :-) En cualquier caso esas recopilaciones dan una buena medida de lo que se cocía por allí antes de la Caída del Muro de Berlín.
Respecto a tu tercer párrafo, en fin, la música electrónica es ahora un fenómeno planetario. Cualquiera desde su habitación, con un ordenador más o menos potente bien surtido de sintes sofware y un buen secuenciador, un teclado MIDI, y algún cacharro más puede producir discos de manera barata y autónoma. Eso ha hecho que un tío en Alaska, otro en algún lugar perdido de África y un chaval del sureste asiático puedan estar creando música electrónica sin necesidad de estar vinculados a un movimiento artístico o un elemento centralizador. Aunque confío en páginas webs, foros y demás (Matrixsynth, sin ir más lejos), como elemento aglutinador de todos esos músicos repartidos por todas partes del planeta. Vamos, como un 15-M de la música electrónica. ;-)
Sobre Jarre, después de haber escuchado su reciente recopilatorio (sobre todo el Rarities, que es lo que interesa), que ya lo conocía al 99 %, he estado pensando bastante sobre el salto que se produce entre sus temas de 1969-1973 y Oxygène, grabado a finales del 76. He llegado a leer por parte incluso de seguidores del músico que la presencia de Michel Geiss fue fundamental para que Oxygène fuera lo que fue, etc. Está claro que Geiss tuvo su papel, pero no deja de ser cierto que aquellos primeros experimentos de Jarre, como su álbum Deserted Palace, eran básicamente jingles, hechos con un órgano Farfisa y un VCS3 y poco más. Jarre tampoco tenía una visión clara de hacia dónde quería ir musicalmente y además en tres o cuatro años la tecnología en materia de electrónica y nuevos productos daba saltos enormes, incluso de un año a otro, con lo que es comprensible que Oxygène sea un disco inmortal, un clásico.
Por último, gracias a ti por seguirme y participar activamente con tus interesantísimos comentarios.
Un saludo
Pablo/Audionaut
Caramba, con comentarios como este último repletos de información, vaya si merece la pena seguir este blog. :)
ResponderEliminarDurante un tiempo yo también estaba con la mosca tras la oreja por ese salto tan espectacular en la discografía de Jarre, pero luego descubrí lo que tú comentas, y parece bastante razonable que llegara un momento en que se dieron las condiciones para que surgiera Oxygene.
Desconocía la serie Looking East, y me pongo ahora mismo a indagar. Gracias por la información.
Cerrando un poco el círculo en torno a Fajerman, hay que reconocer que, con tiempo, es capaz de editar material de calidad. Me refiero a Inventions of Life, que a pesar de tener cierto tufillo new age y, quizá sobrar la revisión de Flowers Love, me parece una obra bastante madura y digna. Es el otro disco editado en condiciones en España y tuvo una aceptación relativamente buena por parte de la audiencia y la crítica.
Hay ciertos aspectos que subyacen a la música, como la dedicación y el respeto que Fajerman ha imprimido a estos dos discos. Podemos hablar de autores mucho más conocidos con obras malogradas precisamente por querer editarlas practicamente al mismo tiempo que las grababan. ;)
Hombre, pienso que dos de los grandes saltos que tuvieron lugar en los años 70 en materia de tecnología, fue la popularización de los secuenciadores y por otro la aparición de los primeros sintetizadores polifónicos. Se nota muchísimo por ejemplo en la obra tanto de Vangelis, Jarre, TD y otros cómo crearon sus primeros álbumes basando su sonido en órganos electrónicos (Eminent, Hammond, etc.), y a continuación fueron incorporando más y más complejos sintetizadores.
ResponderEliminarRespecto a Fajerman, en su día escuché el Inventions Of Life, pero me pareció un álbum demasiado new age para mi gusto y ya no volví a él.
Un saludo
Pablo/Audionaut
Recuerdo hace años que le escribí para felicitarle y animarle a que continuara en esa linea y luchase por mejorar sus condiciones de divulgación. Me contestó que estaba trabajando en la banda sonora para un documental sobre la historia del Gran Premio de Mónaco, con lo que no supe si pensar que había vuelto a meterse en la dinámica de música compuesta rápidademente y con poco margen de maniobra.
ResponderEliminarPoco tiempo después desapareció su web y cualquier manera de ponerse en contacto con él. Quizá se jubiló. :)
Dudo mucho que esté jubilado. Nació en 1948 y al menos por ley todavía no le toca. En Francia me suena que tienen la jubilación a los 67, por tanto igual anda por ahí dando guerra. No creo que pueda vivir de los royalties de L'aventure des plantes. Efectivamente su web desapareció totalmente del mapa. Hace poco, buscando información suya para esta entrada que estamos comentando precisamente vi que había desaparecido.
ResponderEliminarPienso que estará volcado totalmente con su trabajo como diseñador sonoro, compositor de bandas sonoras para TV y no tendrá intenciones de continuar con una carrera de cara al público.
Un saludo
Pablo/Audionaut
Pues parece que se está poniendo de moda grabar librerías de muestras. Hay un buen número de músicos, como Kit Watkins o Robert Rich que ya tienen las suyas en el mercado. De Fajerman no he visto ninguna.
ResponderEliminarYo mismo construí una pequeña para probar (con un Korg Trident) y no descarto ampliarla. No sé si es interesante económicamente o para ampliar el curriculo. Tengo que informarme sobre esto.
Un diseñador sonoro no necesita editar las librerías bajo su nombre en un CD u otro soporte. Muchas veces forman parte de los sonidos de fábrica de un determinado modelo de sintetizador hardware o software. Recuerdo que Michel Huygen programó en los 80 los sonidos de fábrica de un modelo de sintetizador. Larry Fast hizo lo propio con el Moog Memorymoog. Wendy Carlos lo hizo con el DK Synergy, Howard Scarr del grupo Zorch es un reputadísimo programador de sintetizadores. Recientemente salió un paquete especial dedicado a Robert Moog del Spectrasonics Omnisphere, un tremendo sintetizador software para el que contribuyeron decenas de músicos famosos. Aqui la tienes http://www.spectrasonics.net/products/tribute/
ResponderEliminarAsimismo, un diseñador sonoro o programador puede trabajar en los efectos de sonido de películas o incluso como programador para determinados músicos que lo contraten. Recuerdo que Fajerman en su antigua web ponía que era diseñador sonoro, aunque no recuerdo ninguna lista de clientes.
Un saludo
Pablo/Audionaut
Sí, una cosa no quita la otra. También recuerdo que en su web (la de Fajerman) ponía diseñador sonoro, además de técnico de sonido, entre otras cosas.
ResponderEliminarY por supuesto que los programas de los sintes suelen estár desarrollados por músicos que se especializan en estas cosas. Conozco alguno personalmente y yo mismo estuve a punto de colaborar en el modelo Chameleon de Soundart.
Si. Pienso que Fajerman ahora trabaja más en segundo plano. Tal y como están las cosas en el mundo de la música, no creo que necesite editar material nuevo. Probablemente le es más lucrativa su labor en la sombra que perder dinero en la edición de un disco. Si lo hace sería por amor al arte.
ResponderEliminarUn saludo
Pablo/Audionaut
Qúe duro es leer eso de perder dinero editando un disco. :)
ResponderEliminarSi te has fijado en el enlace de mi nick, verás que estamos creando un portal de música ambient, cósmica, etc. con el objetivo a corto plazo de reunir gente para formar un núcleo creativo, y con el objetivo a medio plazo de organizar eventos y editar música.
Aunque estamos ya curados de espantos no queremos perder la motivación por lograr un movimiento tangible. Ya hay colgados algunos extractos; ¿les has echado un oido?
Hola Lethave Plank!!!
ResponderEliminarEfectivamente, es duro oirlo, pero es la verdad. Ya no sale rentable producir un disco físico. Es el signo de los tiempos, desgraciadamente. Todo va hacia las descargas o a escuchar música en "la nube".
Me he fijado en el enlace de tu nick ahora que lo has dicho y he estado escuchando tu música. No te voy a mentir, pero me ha parecido interesante, desde el tema "concreto" Música doméstica, pasando por los dos más estructurados como son Conciencia perceptiva y Exterminando ángeles, esta última con esos efectos vocales bastante llamativos.
Está genial que llevéis a cabo este tipo de iniciativas. Veo más plausible lo de organizar eventos y demás, menos lo de editar música. La publicación a día de hoy pasa sin ninguna duda por internet. Aunque nos pese, debemos quitarnos de la cabeza el formato físico, sobre todo si uno quiere ahorrarse costes. Fíjate si no lo que le está pasando al sello holandés Groove, que tiene un catálogo cada día menos interesante, con precios altos en los CDs y bajísimo nivel de ventas. Tanto es así que Kees Aerts uno de los socios ha abandonado el barco porque lo que ganaban no daba para vivir dos personas, él y Ron Boots. Se quedaron anclados en el mundo del CD y no ofrecen nada bajo descarga. Normal. Si quieres llegar a un público nuevo hay que ofrecerle nuevas formas de adquirir música sin autolimitarte.
Sin embargo, este sello/tienda son organizadores del festival E-Live que suele tener lugar en Amsterdam o alrededores, y cada año es un éxito. La gente necesita la experiencia de los directos.
Un saludo
Pablo/Audionaut
hola !.. me sumo a vuestra comversacion para romper un lanza en favor del antiguo vinilo.Lejos de ser la solucion a los problemas actuales, el vinilo creo que puede asumir un papel complementario en la distribucion de una obra.Para aquellos que queremos hacer llegar nuestra musica a los demas en un formato mas artistico y con un valor material mayor..el vinilo puede ser un retorno con cierta nostalgia que reviva aquellos dias en los que pasabas interminables horas en las casas de discos rebuscando y con la ilusion de encontrar el descatalogado disco que nunca lucio en tu coleccion.
ResponderEliminarcreo que a estas alturas el vinilo puede ofrecer un encanto que las frias descargas no pueden ofrecer, y a la vez puede fomentar el valor tangible de la obra, repito siempre de forma complementaria. En ocasiones yo lo comparo a ver la foto de un buen cuadro o tenerlo colgado en el salon de tu casa.
Estoy de acuerdo que para llegar a la gente hay que facilitarle el acceso a tu musica y nada mejor que aprovechar las posibilidades que internet ofrece, pero el formato fisico jamas deberia desaparecer para aquellos que nos gusta "tocar"..con esto quiero decir que cualquier soporte fisico y "real" de una forma u otra tiene que poder llegarle a la gente con la misma facilidad y de la misma forma que las descargas.
Yo como autor me quedaria mas tranquilo pensando que alguien guarda en su coleccion un disco mio, un disco con un valor especial que solo él le dio; por formar parte de un momento que vivio o por considerarlo una pequeña aportacion mas a su cultura musical., por lo que sea, pero alli estara por mucho tiempo.
Por otro lado y volviendo al vinilo, no conozco de ningun artista consagrado que haya querido recuperar estas sensaciones en su publico...quiero pensar que en este tema las discograficas llevan la voz cantante y que hacer productos para frikis no les salvara de la miseria que se les viene encima.
un saludo!..
Hola Mindglide
ResponderEliminarEstoy de acuerdo que detrás del vinilo hay toda una manera de entender la experiencia musical. Cuando pienso en los discos de vinilo siempre recuerdo una época de mi vida en la que ponía la aguja sobre los surcos y me adentraba a la escucha de un LP hasta la extenuación en el equipo del salón de casa, de la música que me gustaba en mi adolescencia. Era todo un ritual, poner el disco, limpiarlo y mover la aguja para saltarte aquella canción que te gustaba menos en favor de tu favorita.
A día de hoy no tengo ni tan siquiera un buen equipo estéreo y tampoco tendría sitio donde ahora vivo. Todo lo que escucho lo hago a través del CD del coche o por medio del ordenador y los altavoces del televisor estéreo. Paso de los iPods o mp3. Yo fui de la generación walkman y aunque he estado tentado de comprar un mp3, todavía disfruto escuchando música cómodamente sentado delante del equipo (aunque no sea, ni mucho menos en las mejores condiciones).
Como digo, aunque viví la época del vinilo, sobre todo en los 80, lo cierto es que nunca me apasionó o al menos no me convertí en un coleccionista o fanático del formato en sí mismo además de la propia música. En cuanto apareció el CD lo dejé de lado. Justo en ese momento empecé a interesarme por la música electrónica, y lo cierto es que prefiero escuchar este tipo de música en un soporte digital.
Con el paso de los años, la edad y las responsabilidades hemos ido perdiendo el ritual de escuchar música sentados, paladeándola mientras descubrimos todos los secretos de aquellas increíbles carpetas. Todo esto lo hemos sustituido por una especie de proceso de "fast listening" (el equivalente sonoro del "fast food"), en el que cada vez escuchamos probablemente más música, pero ésta está peor grabada que antaño (la famosa compresión), y la escuchamos en dispositivos más precarios que promueven una experiencia auditiva mediocre o mala, casi siempre mientras estamos llevando a cabo otra actividad.
(sigue en el siguiente comentario)
Mi formato físico fue y sigue siendo el CD, aunque todos sabemos que tiene los días contados, o al menos eso dicen los que supuestamente saben del tema, que fueron los mismos que hace 25 años dijeron exactamente lo mismo del vinilo. Al igual que tú Mindglide no concibo un mundo en el que el ser humano haya perdido totalmente los objetos referenciales de su vida. Un mundo de recuerdos virtuales que no se puedan tocar y que sólo existan en un disco duro o en esa "nube" de la que todo el mundo habla. El ser humano ha estado relacionado a los objetos desde sus orígenes mismos.
ResponderEliminarAsí y todo, puedo entender a aquellos que no sienten ningún tipo de aprecio por un soporte físico y prefieren las descargas, que son mayormente los jóvenes, gente de no más de 30 años. Por tanto si alguien desea ampliar horizontes con su música no puede autolimitarse, y si pretende llegar a todo tipo de público ha de prestar especial importancia a las descargas, dado que es a día de hoy el público potencialmente mayor.
Aunque podría estar escribiendo durante largo y tendido sobre todo este apasionante tema, para simplificar pienso que esa recuperación que hoy vivimos del vinilo es en parte una reacción de cierto público (quizá de modo inconsciente), contra todo este mundo intangible y vertiginoso en el que vivimos.
No estoy de acuerdo en que los artistas desdeñen el vinilo, sino todo lo contrario, muchos están sacando los discos también en ese formato (quizá unas semanas o meses después del CD), para contentar a un sector de su audiencia (el hecho de no autolimitarse que comentaba antes). El hecho de no verlos en las escasas tiendas que quedan ya sería otro tema. Personalmente compro todos los CD a través de tiendas online. Para mi las tiendas físicas dejaron de interesarme tiempo ha y aparte de algunas novedades significativas o los discos más vendidos, no suelen tener stock de casi nada. La venta de vinilos puede estar bien hasta cierto punto, como medio de subsistencia precario, pero no como una forma de vivir y prosperar. En fin, ojalá tuviera las recetas mágicas para arreglar este turbulento mundo de la música.
Un saludo
Pablo/Audionaut
Yo estoy de acuerdo en el formato físico en cuanto que supone cierto ritual fetichista y cierto vínculo físico con la música. Creo que Músicas a lo Lejos va en esa dirección y no puede pretender (aunque tampoco desdeñar) llegar a un público joven que ahora vive de los éxitos del momento, muy alejados de la electrónica sinfónica y cósmica que nosotros disfrutamos.
ResponderEliminarPero estoy contra el vinilo, la cassette, la cinta abierta y esos formatos de rozamiento que son incómodos y arbitrarios con la fidelidad. Apuesto por el CD, pero aún más por el DVD-audio o el Blue-ray audio. Son formatos físicos de muy buena calidad y sobre los que puede recuperarse la liturgia de disfrutar con la música al mismo tiempo que leer los comentarios del libreto y buscar detalles en el diseño de la carátula. Recordad que los estuches del DVD y Blue-ray son algo más grandes que el clásico jewel para CD.
Lo principal es ofrecer un producto de calidad y esperar que haya una sinergia entre músicos y audiencia, y aprovechar los nuevos medios para facilitar y ampliar la divulgación, por ejemplo con blogs tan interesantes y comprometidos con el tuyo, Pablo.
Esa es la idea Lethave, la divulgación. La anterior etapa de Audionautas (2001-2003), nació con esa intención, cierta labor evangelizadora y tratando de tener buenos contenidos en lengua castellana. Esta segunda etapa que inicié el año pasado tiene la misma intención, incluso más pronunciada si cabe, incidiendo más en los elementos históricos, que son los más desconocidos por la mayoría.
ResponderEliminarEl problema que veo es que en esto de la música electrónica en España somos muchos pequeños blogs y algunas webs que hacemos la guerra por nuestra cuenta y todavía no ha surgido una web o un gran blog que reúna a mucha gente, como sucede con Matrixsynth, aunque sus contenidos se traten de un simple copia-pega, que si estuviera optimizado en cuanto a técnicas de posicionamiento web todavía tendría mucho más tráfico del que tiene y llegaría a más público. También es cierto que el que lleva ese blog gana dinero con la publicidad y le dedica 6 o 7 horas diarias, es casi un trabajo.
Respecto a lo que comentas de los formatos, el motivo que aduces para despreciar el vinilo o las cintas fue más o menos el mismo que me llevó a mi a olvidarme totalmente de ambos cuando me compré el reproductor de CD. En cuanto a los nuevos formatos, no sé, he leído y oído en multitud de ocasiones que el Blu-Ray será el último formato físico. Quizá tienen razón los que lo dicen. A nivel cine no acaba de despegar, los reproductores siguen siendo caros. Sin ir más lejos yo mismo tengo un reproductor de Blu-Ray en el ordenador y jamás se me ha pasado por la cabeza comprar ninguna película Blu-Ray, y bueno, en 3D ya ni hablemos, con apenas 30 títulos editados en España, y con gafas que te sirven para la tele de una marca y no para la otra y encima te dicen que dentro de poco no harán falta gafas, en fin, si a eso le unimos la crisis es lógico que el mercado esté parado.
Pienso que sus usos en audio deben de ser también excelentes, no me cabe duda, pero no creo que lo lleguemos a ver en las tiendas de manera masiva, ni mucho menos. Sé que músicos de la electrónica académica, por ejemplo los que hacen música acusmática (vamos, el nuevo nombre para referirse a la musique concrète), editan en muchos casos en este formato, pero ni siquiera en ese mundillo se ha impuesto.
A veces soy pesimista respecto al futuro. Las nuevas generaciones no tienen ni idea de lo que es escuchar música en buenas condiciones en un equipo estéreo de calidad. Mientras tanto se contentan con bajarse mp3 a 128 o 160 kbps de música grabada con una compresión brutal para escuchar en el iPod mientras cogen el autobús o el metro para ir a estudiar.
Un saludo
Pablo/Audionaut
Venga, ánimo. Recuerda que la cosa no era mucho mejor hace años.
ResponderEliminarEn casa de mis padres hubo durante muchos años un radiocassette Samsung hasta que llegó el equipo hi-fi modular. Pero también hay que decir que cuando era un crío, esos equipos no existían o simplemente no estaban al alcance de todos los bolsillos.
Con esto quiero decir que las condiciones en las que se escucha música te vienen impuestas hasta que decides darle la importancia que realmente deseas que tenga en tu vida, y ese es el público al que nosotros queremos llegar. Un chiquillo que se baja música por canales "no oficiales", no suele tener interés real por la música. Simplemente la consume porque la edad (y las hormonas) le conducen a ello como una necesidad física que desaparecerá con el tiempo.
No voy a entrar en el asunto de las descargas porque yo las hubiera utilizado en mi juventud para evitar gastar dinero innecesario en los discos que sólo escuché un par de veces y con la sensación de haber sido estafado.
Tengo un disco acusmático y otro triple medio abandonado, porque tuve un vínculo profundo con la escena electroacústica española. A punto estuve de asociarme a la AMEE y escribí las críticas musicales de los festivales que organizan durante un par de años en un diario de ámbito regional. También gestioné el blog Gaussian durante unos años. Ellos están trabajando hace tiempo en el sistema de ocho canales. Incluso hay una sala preparada permanentemente en Valencia para estos usos. Pero bueno, tampoco quiero irme por aquí; probablemente acabe otro proyecto en ocho canales que tengo a medias y abandone ese camino. El asunto es, como dices, divulgar; pero sobre todo, crear un núcleo que ayude a aproximar a todos: músicos, audiencia, críticos, blogers, etc. Recuerda lo que te decía de internet, que parece que aleja a la gente más que acercarla, y ese es un aspecto que no me convence de toda esta virtualidad.
Bueno, te doy la razón en lo de los equipos. Claro, hablo desde mi punto de vista y en mi casa, mi padre disfrutaba del jazz, la clásica y demás en un buen equipo estéreo modular, con un amplificador japonés Cybernet de válvulas que le costó un ojo de la cara en 1979, que aunque no era de lo mejor, ni mucho menos, escuchar en esas condiciones te predispone negativamente hacia todo lo que escuches después.
ResponderEliminarRespecto a lo de que internet aleja más a la gente, te doy parte de razón. En esta nueva etapa de Audionautas por ejemplo he vuelto a recuperar cuatro o cinco contactos que había perdido hace casi diez años y volvemos a intercambiar impresiones, música y demás con asiduidad. Es gente en con la que puedo contar y con la que me puedo sincerar sobre muchos temas. En cambio con gente que conozco por haber trabajado con ellos y o ser viejas amistades, ese contacto termina siendo inexistente vía email y absolutamente superficial o por compromiso en las redes sociales.
Ciertamente mantener un contacto físico real es importante, pero no es menos cierto que ese tipo de amistades son las que más me han decepcionado, a diferencia de las puramente virtuales.
Por cierto, enhorabuena por tus iniciativas en el mundo de la música electrónica. Realmente son experiencias que debieron ser interesantes y sobre todo debieron de "evangelizar" a unos cuantos "infieles" :-) Yo por mi parte seguiré dando guerra con Audionautas durante mucho tiempo, aunque algunos artículos se me hacen un poco cuesta arriba. Estos calores no son buenos para las neuronas...
Un saludo
Pablo/Audionaut
Tienes razón; ahora es final de temporada, es decir, de organizar o asistir a conciertos en vivo. Ya recuperaremos el pulso de los nuevos proyectos tras el verano. :)
ResponderEliminarHola amigo Audionaut, llevo años intentando localizar un tema instrumental de música electronica-sintetizadores que escuché en una pelicula pero me resulta imposible dar con el. En dicha película (que tengo) no se indica absolutamente nada de el en los títulos finales de crédito ya que al ser una producción oriental de serie B no debieron de usar derechos de autor. Por el sonido que tiene puedo asegurar al cien por cien que es de finales de los 70. Ya no se a quien recurrir pero hoy, en un nuevo intento de dar con dicho tema pues me he encontrado con tu página. Por favor si me facilitas un correo (e-mail) te puedo enviar un extracto (todo lo que suena en la película) capturado del film.
ResponderEliminarUn saludo y gracias. Espero tu respuesta.
Hola Miguel. Perdona el retraso en responderte. Hasta hoy no había visto tu mensaje. El correo al que puedes escribirme es audionaut(arroba)audionautas.com
EliminarUn saludo
Pablo/Audionaut