Steve Roach. Empetus

Portada del álbum Empetus (1986).

El año de publicación de su cuarto álbum, Empetus (Fortuna, 1986), ya era un hecho la existencia de dos estéticas casi contrapuestas en la carrera del músico californiano Steve Roach; la secuencial y la étnico/ambiental. El reconocimiento de crítica y público que había logrado dentro de un estilo contemplativo, con Structures From Silence (1984), no había sido fruto de la casualidad, sino de un proceso de maduración personal y artístico en busca de una voz propia y diferenciada dentro de la emergente escena de la música electrónica en la Costa Oeste, formada por artistas del calibre de Robert Rich, Michael Stearns, Kevin Braheny, Richard Burmer o Constance Demby.

Si ya en su álbum de debut, Now (Autoeditado, 1982), Roach presentaba una más que evidente tendencia hacia los sonidos étnicos en piezas como "The Ritual Continues", o en la paisajista "Cloud Motion", siempre dentro de un engranaje de secuencias ralentizadas y atmósferas planeadoras de inspiración berlinesa, en el más completo Traveler (Domino Records, 1983), se alternaban vibrantes ejercicios secuenciales como en la composición que daba título al álbum, con incursiones en ambientes evocadores en los temas "Light Sound" y "Canyon Sound", así como en el lado étnico con "Mysteries Continue".

Paralelamente al proceso de composición de su segundo álbum, Steve Roach había comenzado a experimentar con sonidos texturales y ambientes meditativos. Precisamente de esta época proviene su trilogía Quiet Music, aparecida en cassette y compuesta entre 1983 y 1986, y más tarde recopilada parcialmente en un disco compacto publicado en 1988 por el sello Fortuna Records (y ampliado con sendas ediciones completas remasterizadas en 1999 y 2011). En el pico de popularidad del movimiento 'new age' en Estados Unidos, estas piezas ambientales de Roach fueron utilizadas con profusión en sesiones de meditación, partos y todo tipo de programas de rehabilitación, con un impacto similar al que había tenido Structures From Silence unos años antes.

Sin embargo, ajeno a los usos terapéuticos que se hacían de su música, todavía existía esa otra faceta de Steve Roach, su vertiente secuencial, propia de ese joven impulsivo que había comenzado a crear música a finales de los 70 siguiendo los pasos de Klaus Schulze y Tangerine Dream, y de la que había dado muestras en sus dos primeros álbumes. En este sentido, Empetus se podría considerar la tercera parte de una trilogía ficticia, aunque también supondría a la postre un punto de inflexión en la carrera del músico, la culminación de su etapa secuencial.

Steve Roach en su estudio Timeroom en 1986.

Durante los años 80, Steve Roach fue uno más de ese grupo de románticos irreductibles, que sin despreciar las nuevas sonoridades aportadas por la tecnología digital, no sucumbieron a la primera de cambio a la 'digitalitis' imperante, y continuaron trabajando básicamente con sintetizadores analógicos, que conocían hasta las entrañas y que tan buenos resultados le había reportado en el pasado. 

El equipo de Roach hacia 1986 estaba integrado por dos secuenciadores analógicos ARP, un semimodular ARP 2600, un Moog Micromoog, un Roland SH-3 y el sistema pre-MIDI de Oberheim integrado por el secuenciador digital DSX, la caja de ritmos, también digital DMX, y los sintetizadores analógicos OB-8 y Xpander. La utilización de tantos instrumentos de la firma californiana respondía al hecho de que Roach tenía vínculos de amistad con la empresa de Tom Oberheim y a menudo le facilitaban el acceso a equipos recién salidos de fábrica y a prototipos. Para completar el proyecto, Roach también utilizó el sintetizador híbrido digital-analógico Ensoniq ESQ-1 y el digital Casio CZ-101, además de diversos procesadores MIDI y de efectos digitales. 

Empetus fue grabado en analógico en 24 pistas en el estudio Timeroom de Steve Roach, en Culver City, Los Ángeles, y fue mezclado digitalmente y coproducido por Michael Stearns en su M'Ocean Studio de Santa Mónica. La participación de Stearns se extendió también al uso de un instrumento llamado 'The Beam', en tres de las piezas del álbum: "Arrival", "Conquest" y "Empowerment", y la cantante Weslie Brown añadió voces a los temas "Conquest" y "Merge".

En esencia Empetus es un álbum de idiosincrasia secuencial, compuesto a base de temas cortos y directos, generalmente con finales abruptos, como si fueran bocetos trabajados en bruto, en un primer golpe de genio, de inspiración. En este sentido, las tres definiciones del vocablo latino "impetus", modificado por Roach para darle una orientación electrónica al título, se ajustan perfectamente a lo que intenta representar musicalmente. Por un lado es "una fuerza impulsora, impulso", "un incentivo" y "la tendencia de un cuerpo en movimiento a mantener su estado después de que la fuerza que lo ha originado ha cesado".

El álbum se abre con "Arrival", un in crescendo de arpegios secuenciales dibujados sobre atmósferas creadas con 'The Beam' por Michael Stearns. La secuencia evoluciona con variaciones, mientras notas de sintetizador marcan los acordes con portamento, aportándole un carácter cinemático a la música. De repente todo el mecanismo se detiene y un ambiente cósmico, en el que cobra protagonismo el instrumento de Stearns nos conduce hasta el final del tema.

La pieza "Seeking" continúa en la misma senda secuencial del primero, con una secuencia gradual de ecos berlineses trazada sobre misteriosos fondos ambientales de inspiración selvática, que según va evolucionando vuelve a reincidir en el portamento de "Arrival". Al mismo tiempo las secuencias cobran intensidad creando un conjunto muy vivo, con un final en el que se interrumpen de improviso. 

Con "Conquest" cambia la tónica, y en esta ocasión las secuencias de apertura van acompañadas de percusiones que acentúan su dinamismo, mientras de fondo se utiliza de nuevo 'The Beam' para desarrollar diferentes planos cósmicos. Como elemento diferenciador se introduce la voz de Weslie Brown, que como en un melisma planea sobre el espectro melódico que establecen las potentes secuencias y la percusión, aportando una dimensión de gran impacto emocional al tema, que concluye con otro final bastante abrupto. 

El instrumento de Michael Stearns vuelve a aparecer en "Empowerment", uno de los temas que mezcla las atmósferas cósmicas sugeridas por su instrumento electroacústico, y en donde de nuevo vuelve a hacer acto de presencia el recurso del portamento, que realza diferentes momentos del tema, mientras varias secuencias, la más destacada de tesitura vocal, entretejen la melodía principal, configurando un interesante ejercicio secuencial.

La quinta pieza, "Twilight Heat", desarrolla una juguetona y percusiva secuencia sobre colchones sintéticos que recuerda sobremanera a algunos momentos de la discografía de Tangerine Dream en la primera mitad de los años 80. En esta ocasión quizá nos encontramos ante uno de los temas más anodinos, aspecto que se reafirma con otro final un tanto forzado.

A continuación "Merge", al igual que en el tema anterior, está presidido por una secuencia de naturaleza percusiva muy melódica, en la que se van superponiendo capas secuenciales y melodías con variaciones, que le dan un cierto sabor étnico, a lo que contribuyen los sonidos selváticos y ambientales a lo largo de sus seis minutos de duración. De nuevo aparece la voz de Weslie Brown que puntúa brevemente el fragmento central del tema, que vuelve a concluir de modo abrupto. Por su parte "Urge", la composición más larga del álbum, continúa la tendencia de las anteriores, y se inicia con una secuencia in crescendo que va evolucionando, en este caso acompañada por redobles de percusión que aportan un aire tribal, ya presente en "Merge", y que de nuevo conduce a un final precipitado.

El tema "Distance Is Near" es una breve pieza con una rapidísima secuencia puntuada por la percusión, quizá más simple que en las composiciones precedentes, en donde resalta más la vertiente melódica de la misma.

Para concluir el álbum nos encontramos con "The Memory", una exquisitez sonora de la faceta atmosférica de Roach, en un tema totalmente opuesto al frenesí secuencial del resto de la obra, y en el que como en oleadas, la lenta secuencia que constituye la melodía se va diluyendo progresivamente hasta desaparecer. Esta composición podía haber encajado a la perfección en Structures From Silence (1984), y de hecho su inclusión parece una decisión deliberada por parte de Roach, como queriendo comunicar musicalmente a la audiencia que ése sería el nuevo camino que tomaría su música en el futuro.

Portada de la edición remasterizada de
Empetus publicada en 2008.

En 2008 Roach recuperaría los derechos sobre el álbum Empetus, que se reeditaría ese mismo año en formato doble por parte del sello de Brooklyn Projekt Records. A los poco más de 44 minutos del álbum original en esta ocasión se añaden 72 minutos adicionales contenidos en un segundo disco, que incluye dos piezas bajo el epígrafe de "The Early Years", referidas a temas coetáneos a los lanzamientos de Now y Traveler en 1982 y 1983 respectivamente. El primero de ellos, "Harmonia Mundi" es una extensa cabalgada secuencial en la que se van produciendo todo tipo de variaciones en los patrones secuenciales y percusivos a lo largo de sus más de 45 minutos de duración, en la más pura tradición cósmica de Klaus Schulze, aportando características propias y sin hacerse monótona en ningún momento. Esta pieza, que se encontraba perdida desde hacía décadas, fue compuesta entre finales de 1982 y principios de 1983 por Steve Roach en colaboración con el sintesista de origen suizo Thomas Ronkin, músico con el que trabajó en varios directos en 1983, y que pone de relieve las fuertes raíces germanas que por aquel entonces todavía evidenciaba la música de un Roach totalmente analógico y pre-MIDI.

La siguiente pieza, "Release" supone otro extenso ejercicio secuencial de más de 26 minutos, que Roach creó en solitario poco tiempo después de la publicación de su álbum Now en 1982. En esta ocasión nos encontramos ante una composición que por momentos nos retrotrae a los tiempos de "Bayreuth Return" del inmortal LP Timewind (Brain, 1975).

Si bien los dos temas extra incluidos en la versión remasterizada son algo más antiguos que los que integran Empetus, lo cierto es que no desentonan en el conjunto, al poseer el mismo espíritu secuencial que las otras piezas y que en esta ocasión además se benefician de largos desarrollos. En ningún caso se trata de descartes o composiciones de relleno, sino al contrario, estamos ante dos excelentes temas que en sí mismos podrían haber integrado un álbum independiente, y que sin duda harán las delicias de los amantes de la electrónica secuencial.

Aunque Empetus no es uno de los álbumes más populares de la extensísima obra discográfica de Steve Roach, lo cierto es que es uno de sus trabajos más trascendentes, no sólo por el hecho de ser su obra más enérgica y secuencial, sino porque supuso un punto de inflexión dentro de su carrera, en la que abandonaría definitivamente sus referencias sonoras berlinesas y desarrollaría un estilo propio. En este sentido se trata de un álbum catártico, como el propio autor ha comentado: "cerca de la finalización de Empetus estaba comenzando a moverme hacia la dirección de 'dreamtime' buscando más la inspiración en la música étnica". 

Tras Empetus, el álbum en directo Stormwarning - Live In Concert (Soundquest Recordings, 1989), que recogía diversas actuaciones en vivo de Roach en 1985 y 1987, volvería a recordarnos brevemente su ciclo secuencial, en un momento en el que la carrera del músico californiano transitaba por los senderos de la electrónica paisajista inspirada en los territorios desérticos y las culturas ancestrales.

Los que disfrutan de la música electrónica más rítimica basada en los secuenciadores encontrarán en Empetus un álbum visceral e intenso, un frenético caudal de energía que fluye a borbotones en forma de potentes patrones secuenciales, por medio de temas cortos esculpidos en bruto, como si fueran fogonazos de genio, poderosos y directos, sin concesiones.