Oskar Sala en 1995 sentado ante una fotografía del instrumento que significó el trabajo de toda una vida; el Mixturtrautonium de 1952. Foto: Deutsches Museum. |
Con esta entrada da comienzo una serie de cuatro entregas dedicada a trazar la trayectoria musical del irrepetible músico y pionero electrónico alemán Oskar Sala y del instrumento al que dedicó su vida: el Trautonium. El texto presentado aquí es una versión revisada y ampliada de la biografía que apareció publicada en la sección "Audionautas de Ayer" correspondiente al número 24 de la revista Margen del invierno/primavera de 2002.
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La vida y obra de Oskar Sala se puede definir con dos palabras: dedicación e independencia. Sala fue un artista que dedicó setenta años de su vida a trabajar con un instrumento, el Trautonium -y el posterior Mixturtrautonium-, desarrollándolo hasta el punto de convertirlo en el más capaz y expresivo instrumento electrónico de su tiempo. También fue un creador que siguió su propio camino guardando celosamente sus conocimientos y su arte, permaneciendo totalmente al margen de las vanguardias "oficiales", y por consiguiente, siendo relegado a un relativo olvido.
Hasta su fallecimiento en 2002, Oskar
Sala fue el último vínculo de unión con toda una generación
de pioneros anteriores a la Segunda Guerra Mundial; una época en la
que la música electrónica no existía como género, y en la que instrumentos
como el Ondes
Martenot,
el Theremin
o el propio Trautonium
eran vistos por la sociedad de su tiempo como aparatos futuristas sólo al alcance de unos pocos o excentricidades surgidas de la mente de “científicos locos". Pasó un cierto tiempo hasta que esos
instrumentos comenzaron a ser asimilados y entraron a formar parte de
orquestas, a utilizarse como instrumentos solistas o a llegar al gran
público a través de la radio o el cine. Gracias al infatigable trabajo de
creadores como Sala hoy podemos conocer cómo era la protohistoria de
la música electrónica.