Oskar Sala en 1992 con el Mixturtrautonium transistorizado en su estudio privado de Heerstraße en Charlottenburg, Berlín. Foto: Matthias Becker. |
Aunque Sala continuaría con su labor como compositor para cine, radio y televisión, y ofrecería de manera muy ocasional algún concierto, la realidad es que el número de encargos descendió de manera notable. Los proyectos cinematográficos de amigos como el director y productor Manfred Durniok continuaron llegando a su estudio con cierta regularidad, pero se hacía evidente que los buenos tiempos ya habían quedado atrás y los réditos que había conseguido el músico en los años 60 ya no volverían a repetirse.
Ciertamente fue un período difícil para el músico de Greiz, una etapa de su vida de la que jamás le gustó hablar y en la que una parte de su sustento económico y el de su esposa Käte provino de los ahorros de su época de bonanza en los años 60. Los motivos del drástico cambio en la situación eran obvios.
La aparición de los primeros sintetizadores comerciales, así como su popularización a lo largo de la década de los 70 en el campo de las bandas sonoras cinematográficas supuso un duro golpe. Sala ya no era el único que disponía de un instrumento electrónico capaz de aportar sonoridades nuevas casi al instante. En este sentido un Moog podía ser tan bueno como un Mixturtrautonium para recrear efectos sonoros y la competencia comenzaba a abundar en todos los géneros cinematográficos, en especial los que se manejaban con bajos presupuestos, como los que había abordado Oskar Sala, es decir, el cine documental, las películas industriales y los films de terror o misterio. Por si fuera poco, la rápida evolución tecnológica experimentada por los sintetizadores durante toda la década no hizo más que relegar al Trautonium hasta convertirlo en una especie de reliquia de otro tiempo.
Por otra parte, el desdén de las 'vanguardias oficiales' de Colonia o Múnich hacia la obra de Sala y el papel anecdótico que varios autores le atribuyeron en su contribución a la historia de la música electrónica, también le hicieron un flaco favor. Si a ello se le suma que desde comienzos de los 60 el Mixturtrautonium rara vez se veía en una sala de concierto, manteniéndose lejos del escrutinio público, es lógico que todos estos factores sumieran al músico en el más completo de los olvidos.
Oskar Sala era un compositor electrónico que entendía su arte a su manera, totalmente ajeno a cualquier movimiento musical o escuela y siempre se enorgulleció de su independencia. No obstante, se encontró ante una tesitura insólita en la que no encajaba ni en la vertiente popular de la música electrónica, que desconocía por completo su existencia, ni tampoco en la más académica, que lo ignoraba o lo consideraba un anacronismo.
Sin embargo, como otras veces en el pasado, Sala volvía a estar solo, pero a pesar de las dificultades, no se amedrentó. Él era el único valedor del Mixturtrautonium y debía seguir adelante con su rutina diaria en su estudio en Mars-Film donde trabajaba largas horas creando nuevos mundos sonoros con el Mixturtrautonium en una de las escasas salidas que le quedaban para sus composiciones; las grabaciones discográficas.
La trayectoria discográfica de Oskar Sala en los años 70 y 80
Electronic Virtuosity (1970), el primer álbum de Oskar Sala en solitario. |
El primero de esos trabajos fue Electronic Virtuosity (Selected Sound, 1970), también conocido como Resonanzen en su reedición en CD de 1994, que sería el primer álbum firmado en solitario por Oskar Sala. A través de las extensas composiciones "Suite Für Mixtur-Trautonium Und Elektronisches Schlagwerk" y "Resonanzen - Konzertante Musik Für Mixtur-Trautonium Und Elektronisches Orchester" el músico investigaba las diversas posibilidades de la percusión electrónica del Mixturtrautonium en el entorno de una grabación multipistas por medio de unas piezas de marcado corte impresionista.
Électronique et Stéréophonie (1972), de Oskar Sala y Harald Genzmer. |
Oskar Sala retratado en su estudio
de Mars-Film con el Mixturtrautonium para la portada de Elektronische Impressionen (1979). |
La antología de Telefunken dedicada a Paul Hindemith con piezas de órgano y Trautonium. |
Electronic Kaleidoscope (1983), compendio de composiciones para bandas sonoras. |
El LP de Harald Genzmer Trautonium Konzerte (1986), con Oskar Sala de solista. |
La trayectoria discográfica de Oskar Sala siempre se caracterizó por mantener su independencia y jamás firmó contratos exclusivos con ninguna casa de discos, de ahí la dispersión de su producción. Sus álbumes nunca disfrutaron de ediciones muy amplias ni de la mejor distribución, no obstante, elepés como Elektronische Impressionen (1979), y Trautonium Konzerte (1986), de Genzmer obtuvieron un cierto prestigio y alcanzaron un nivel de ventas aceptable que a su vez propiciaron su consiguiente edición en disco compacto.
'Mixturtrautonium nach Oskar Sala'
Hacia finales de la década de los 70 quedaba ya lejos aquel año 1952 en el que el Mixturtrautonium viera la luz. Por entonces el vetusto instrumento apenas salía del estudio de Sala y las exposiciones públicas a su sonido se remitían a las ediciones discográficas, a un puñado de bandas sonoras y a grabaciones del trabajo que el músico había realizado con él a lo largo de su historia y que solían ser el elemento central de sus conferencias-concierto o 'Gesprächskonzerte' en las que daba a conocer las vicisitudes de su trayectoria artística.
Precisamente en 1980, Oskar Sala ofrecía una de esas conferencias en la Akademie der Künste titulada "Für Augen und Ohren" (Para los ojos y oídos), en la que explicaba la historia del Trautonium con el apoyo de grabaciones de piezas propias, otras de Hindemith o Genzmer, así como sus composiciones y efectos sonoros para el medio cinematográfico demostrando las posibilidades sonoras de su instrumento.
Entre los asistentes a esta ponencia se encontraban los profesores de electrónica Dipl. Ing. Hans Jörg Borowicz, Dr. Dietmar Rudolph y Dr. Helmut Zahn de la Fachhochschule der Deutschen Bundespost Berlin (actual Universidad de Ciencias Aplicadas de Berlín), que aunque no tuvieron oportunidad de ver el instrumento original, quedaron impresionados por las posibilidades sonoras y la singularidad del Mixturtrautonium.
Un tiempo después, la curiosidad de los profesores les hizo ponerse en contacto con Oskar Sala para poder ver el instrumento in situ en su estudio, en donde el músico hizo una pequeña demostración para sus invitados. Tras quedar asombrados de su capacidad sonora, Borowicz, Rudolph y Zahn le propusieron a Sala la posibilidad de construir una versión transistorizada del Mixturtrautonium, pero manteniendo la gran riqueza sonora del instrumento original e incluso ampliando algunas de sus capacidades. La intención original era desarrollar un instrumento más estable que permitiera a Sala volver a desarrollar una actividad concertística sin los problemas de fiabilidad que asolaban al Mixturtrautonium de válvulas, para lo cual el instrumento estaría dotado de ruedas que facilitaran su transporte.
El proyecto, planteado como tesis doctoral para los estudiantes de electrónica, se dividió a su vez en varios proyectos independientes coordinados por los profesores, que además proporcionaban ayuda técnica a los alumnos en el laboratorio de la universidad. Sala acogió la idea con entusiasmo y se implicó en el proyecto desde el principio, primero facilitando el estudio de los circuitos de su Mixturtrautonium de 1952 a los estudiantes y profesores, y más adelante asesorándolos durante el proceso de desarrollo, especialmente en las partes más sensibles y complicadas del instrumento, como eran los controles manuales y los pedales, además de aconsejar sobre la forma de optimizar los procedimientos de construcción y montaje en el taller de la facultad.
Oskar Sala en la presentación del nuevo Mixturtrautonium en el expositor de la Fachhochschule der Deutschen Bundespost Berlin en la Internationale Funkausstellung Berlin (IFA), en 1983. Foto: Helmut Zahn. |
No obstante, el prototipo todavía presentaba importantes carencias, en especial los refinamientos técnicos necesarios para propiciar una interpretación virtuosa como la que podía llevar a cabo Sala con su instrumento de 1952. Para ello el músico aportó su sabiduría con el control de amplitud que había patentado en 1957 para los controles manuales del Mixturtrautonium de válvulas, que eran básicamente resistores líquidos de glicerina responsables de todos los matices que el intérprete podía dotar a la interpretación del instrumento y que redundaban en una excepcional calidad de la ejecución musical.
Tendrían que pasar todavía cuatro largos años hasta que el instrumento conocido como Mixturtrautonium nach Oskar Sala (Mixturtrautonium basado en Oskar Sala), pasara a formar parte del estudio del músico con su puesta de largo el 28 de enero de 1988. El nuevo Mixturtrautonium sería propiedad de la Fachhochschule der Deutschen Bundespost Berlin, pero Oskar Sala sería su único usufructuario vitalicio.
Todas las características del Mixturtrautonium de 1952 estaban presentes en esta réplica transistorizada, a la que se le añadía la mayor precisión de la tecnología moderna tanto para los controles manuales como para las pedaleras. El instrumento incorporaba una unidad de percusión electrónica integrada y contaba además con una ampliación de los subarmónicos seleccionables en el oscilador principal. Mientras el Trautonium de válvulas era capaz de obtener veinte subarmónicos distintos del oscilador principal, en su heredero transistorizado se ampliaba esta gama a veinticuatro subarmónicos ajustables por separado, con lo que se conseguía ampliar el rango tonal del instrumento.
El Mixturtrautonium transistorizado de 1988 en su ubicación actual en el Muskinstrumenten-Museum Berlin. Foto: Mikael Vejdemo Johansson. |
La consola de control principal estaba concebida en tres alturas o filas de módulos extraíbles. Las filas inferior y central eran prácticamente idénticas y estaban dedicadas a la generación sonora de cada uno de los manuales, pudiéndose considerar como el cerebro del instrumento. En ellas se encontraban los dos osciladores subarmónicos principales con una distribución idéntica, en la que se incluían todas las unidades de modulación sonora: VCA, LFO, VCF, generador de ruido o generador de envolvente (EG), entre otras.
Las veinticuatro pantallas LED de dos dígitos y sus correspondientes potenciómetros cumplían la función de ajustar los divisores de frecuencia. Estaban dispuestos en tres columnas de cuatro filas cada una. La columna de la izquierda correspondía a la "mezcla" (mixtur), para la posición izquierda de accionamiento del pedal, la columna central para la posición intermedia y la columna de la derecha para el movimiento del pie hacia la derecha, con lo que cada grupo de controles estaba dedicado a las funciones de los pies derecho e izquierdo.
Detalle del controlador del pie derecho del Mixturtrautonium. Foto: Doepfer Musikelektronik GmbH. |
A continuación estaba el llamado Summen-Verstärker (amplificador auxiliar), que era otro VCA, ahora controlado por el pedal. Los puertos de salida de estos últimos constituían las salidas del Trautonium y habitualmente Oskar Sala las conectaba con unidades de efectos (en su caso diversas unidades de 'delay' digital Ibanez), y un desplazador de frecuencia (Frequency Shifter), además del sistema de PA (mezclador, amplificador y altavoces).
En el extremo izquierdo de la fila superior de la consola del Mixturtrautonium se encontraba una sección denominada "Schlagwerk", que era una unidad de percusión con dos simples generadores de envolvente (con ataque y decaimiento), y a continuación los llamados filtros de formantes, que contenían cuatro filtros para el control manual superior y otros cuatro para el inferior. En esencia se trataba de filtros paso-banda y paso-bajo cuya frecuencia y resonancia se podía ajustar de modo independiente y eran responsables de los sonidos de tesitura vocal que era capaz de generar el instrumento.
Por último, en el extremo superior derecho se hallaba la unidad de distribución de los filtros bajo una placa con el nombre del instrumento que rezaba 'Mixturtrautonium nach Oskar Sala', que era la que determinaba el tipo de conexiones que se establecían entre los filtros de formantes y los amplificadores. El propio músico reconoció en diversas ocasiones que esta réplica transistorizada era mucho mejor que su instrumento original de 1952.
Oskar Sala en 1990 en su estudio privado con el Mixturtrautonium transistorizado o Halbleitertrautonium. Foto: Keys. |
La primera presentación pública del Mixturtrautonium no se hizo esperar y ésta tendría lugar el 18 de agosto de 1988 en el marco del Audiowerkstatt Berlin, unos talleres de sonido auspiciados por la Technischen Universität Berlin con motivo de los eventos que tenían lugar durante el año que Berlín había sido elegida como Ciudad Europea de la Cultura.
Bajo el título de "Wieder Live-Musik auf einem Mixturtrautonium" (De nuevo música en vivo con un Mixturtrautonium), Sala realizó una conferencia-concierto en el Kongreßhalle en la que dio a conocer la historia del Trautonium, realizó una improvisación con el nuevo instrumento y se proyectaron las películas Stahl, Thema mit Variationen (Hugo Niebeling, 1960), y A Fleur d'Eau (Alexander Seiler y Rob Gnant, 1962). El 19 de noviembre de 1988 y como clausura de la capitalidad de Berlín como Ciudad Europea de la Cultura, Oskar Sala interpretó en primicia la pieza "Fantasie-Suite In Drei Sätzen Für Mixturtrautonium Solo" en el Musikinstrumenten-Museum.
La segunda juventud del Mixturtrautonium
La figura de Oskar Sala comenzó a suscitar el interés de algunos medios periodísticos desde mediados de los 80, tanto generalistas como especializados en música electrónica, que recogieron su historia y no escatimaron elogios hacia su persona calificándolo como "padre de la música electrónica" o "pionero de la música electrónica".
Este interés de la prensa se extendió a la televisión, medio en el que se realizaron varios documentales y reportajes sobre su vida y obra. El director Paul Oberle dirigió en 1985 un documental de diecisiete minutos titulado Oskar Sala und sein Mixturtrautonium, en el que el músico narraba algunos de los momentos más importantes de la historia del instrumento. Al año siguiente aparecería en el capítulo primero de la serie Musikinstrumente und ihre Geschichte dedicado al sintetizador. En 1987 el director Theo Janßen realizaría un documental de cuarenta y cinco minutos grabado en el estudio del músico en Mars-Film titulado Oskar Sala. Ein Alchemist der elektronischen Musik para la televisión pública alemana NDR. En el film el músico explicaba su forma de trabajar, realizaba varias demostraciones y relataba la historia del Trautonium.
Tras décadas a la sombra de la historia oficial de la música electrónica, Sala comenzó también a obtener el reconocimiento de las autoridades de su país. El primer gran galardón para Oskar Sala a toda una carrera dedicada a la música y los efectos sonoros para el cine de su país tendría su recompensa en 1987 con la concesión del Filmband in Gold honorífico, en la edición de ese año de los Premios del Cine Alemán. Posteriormente, en 1991 recibiría la Cruz Del Mérito, la máxima condecoración de la República Federal de Alemania, por el trabajo de toda una vida dedicada a la música y por sus realizaciones científicas e innovaciones.
La realidad es que desde la segunda mitad de los años 80 y sobre todo con la llegada de los 90, Oskar Sala vivió una especie de segunda época dorada. La disponibilidad de su nuevo Mixturtrautonium, un instrumento mucho más estable y con más posibilidades, le insufló un renovado entusiasmo por investigar y componer para una serie de proyectos para cine y televisión, aunque tampoco descuidó la ópera y el teatro, que intercaló con diversas ediciones discográficas y conferencias.
Con el nuevo Mixturtrautonium a pleno rendimiento en 1989 Sala realizaría los efectos de sonido de la película de animación para televisión coproducida entre Alemania y China Reineke Fuchs, dirigida por Manfred Durniok y los chinos Zhuang Minjin y He Yumen, basada en un poema de Goethe.
Ese año 1989, Sala tomaría parte en el Primer Simposio Internacional "Inventions et Créations Musicales: Refus de l'Utopie" dentro del XIX Festival International des Musiques et Créations Électroniques de Bourges (Francia), celebrado entre el 13 y el 16 de junio. En dicho evento compartiría protagonismo con otras celebridades dentro del campo de la música electrónica como Lev Termen, Robert Moog, Don Buchla, Edward Artemiev o Peter Zinovieff entre otros.
A finales de los años 80 Sala adquirió un pequeño chalet en la Avenida Heerstraße del barrio de Charlottenburg de Berlín donde de un modo paulatino comenzó a trasladar su material de estudio y archivos desde las antiguas dependencias de Mars-Film en Ruhleben. Completamente operativo en la primavera de 1989 su nuevo estudio se convertiría en el epicentro de su actividad creativa.
El equipo de estudio de Oskar Sala aparte del nuevo Mixturtrautonium como elemento central, no había variado de manera radical a lo largo de los años. Los magnetófonos M-5A y M-5B de Telefunken todavía jugaban un papel importante en su trabajo. No obstante, se habían añadido varios aparatos para facilitar las labores de mezcla y efectos. El estudio contaba ahora con dos equipos de reverberación digital Vesta Fire RVD-901, un Ibanez Harmonics/Delay HD1000 y dos unidades de delay digital Ibanez DMD2000. En el campo de la mezcla había situado a la izquierda de su Trautonium una mesa analógica de dieciséis canales Roland M-160 sin amplificación (tiempo después la sustituiría por un modelo Soundcraft Spirit más moderno), tarea de la que se encargaba un amplificador Camco LA 401, mientras que los viejos altavoces Telefunken los había sustituido por dos monitores de estudio Electro-Voice Sentry 500.
En 1990 Oskar Sala publicó el álbum My Fascinating Instrument, trabajo donde el músico de Greiz recupera piezas de todo el devenir histórico del Trautonium, entre ellas la breve "Fanfare" de 1952, y la regrabación de "Elektronische Tanzsuite" de 1955, y cuya nueva versión había presentado en directo en el programa de la emisora SFB bajo el título de "Oskar Sala und sein Mixturtrautonium", el 30 de agosto de 1989. El 27 de enero de 1990 fue presentada con sus cinco movimientos en el marco del festival de música electroacústica Inventionen '90 en la Akademie der Künste.
El álbum también incluía una serie de piezas compuestas y grabadas entre 1986 y 1990. La primera de ellas era "Rede Des Toten Christus Vom Weltgebäude Herab, Dass Kein Gott Sei" (1986), una composición en la que estuvo trabajando Sala en 1966 en la que el Mixturtrautonium ambienta la voz del actor Friedrich Schoenfelder recitando un texto del director de orquesta Hermann Scherchen sobre la obra del novelista romántico Jean Paul del mismo título. El repentino fallecimiento de Scherchen el mismo año sin haber concluido la pieza ocasionó que el proyecto no se llevara a cabo. Por sugerencia de Folkmar Hein de los estudios de música electrónica de la Technische Universität (TU), de Berlín se rescató el proyecto para el festival de música electroacústica Inventionen '86, para el que Sala grabó una nueva parte musical que se estrenó el 9 de marzo de 1986. Además de ésta, una de las piezas nuevas del álbum, "Largo", era precisamente un homenaje a la figura de Scherchen.
Este interés de la prensa se extendió a la televisión, medio en el que se realizaron varios documentales y reportajes sobre su vida y obra. El director Paul Oberle dirigió en 1985 un documental de diecisiete minutos titulado Oskar Sala und sein Mixturtrautonium, en el que el músico narraba algunos de los momentos más importantes de la historia del instrumento. Al año siguiente aparecería en el capítulo primero de la serie Musikinstrumente und ihre Geschichte dedicado al sintetizador. En 1987 el director Theo Janßen realizaría un documental de cuarenta y cinco minutos grabado en el estudio del músico en Mars-Film titulado Oskar Sala. Ein Alchemist der elektronischen Musik para la televisión pública alemana NDR. En el film el músico explicaba su forma de trabajar, realizaba varias demostraciones y relataba la historia del Trautonium.
Oskar Sala trabajando con el Mixturtrautonium. Foto: Birgit Hoffman / trautonium.de. |
La realidad es que desde la segunda mitad de los años 80 y sobre todo con la llegada de los 90, Oskar Sala vivió una especie de segunda época dorada. La disponibilidad de su nuevo Mixturtrautonium, un instrumento mucho más estable y con más posibilidades, le insufló un renovado entusiasmo por investigar y componer para una serie de proyectos para cine y televisión, aunque tampoco descuidó la ópera y el teatro, que intercaló con diversas ediciones discográficas y conferencias.
Con el nuevo Mixturtrautonium a pleno rendimiento en 1989 Sala realizaría los efectos de sonido de la película de animación para televisión coproducida entre Alemania y China Reineke Fuchs, dirigida por Manfred Durniok y los chinos Zhuang Minjin y He Yumen, basada en un poema de Goethe.
Ese año 1989, Sala tomaría parte en el Primer Simposio Internacional "Inventions et Créations Musicales: Refus de l'Utopie" dentro del XIX Festival International des Musiques et Créations Électroniques de Bourges (Francia), celebrado entre el 13 y el 16 de junio. En dicho evento compartiría protagonismo con otras celebridades dentro del campo de la música electrónica como Lev Termen, Robert Moog, Don Buchla, Edward Artemiev o Peter Zinovieff entre otros.
Panorámica del estudio de Oskar Sala en Heerstraße. Foto: Wolfgang Müller / trautonium.de. |
El equipo de estudio de Oskar Sala aparte del nuevo Mixturtrautonium como elemento central, no había variado de manera radical a lo largo de los años. Los magnetófonos M-5A y M-5B de Telefunken todavía jugaban un papel importante en su trabajo. No obstante, se habían añadido varios aparatos para facilitar las labores de mezcla y efectos. El estudio contaba ahora con dos equipos de reverberación digital Vesta Fire RVD-901, un Ibanez Harmonics/Delay HD1000 y dos unidades de delay digital Ibanez DMD2000. En el campo de la mezcla había situado a la izquierda de su Trautonium una mesa analógica de dieciséis canales Roland M-160 sin amplificación (tiempo después la sustituiría por un modelo Soundcraft Spirit más moderno), tarea de la que se encargaba un amplificador Camco LA 401, mientras que los viejos altavoces Telefunken los había sustituido por dos monitores de estudio Electro-Voice Sentry 500.
En 1990 Oskar Sala publicó el álbum My Fascinating Instrument, trabajo donde el músico de Greiz recupera piezas de todo el devenir histórico del Trautonium, entre ellas la breve "Fanfare" de 1952, y la regrabación de "Elektronische Tanzsuite" de 1955, y cuya nueva versión había presentado en directo en el programa de la emisora SFB bajo el título de "Oskar Sala und sein Mixturtrautonium", el 30 de agosto de 1989. El 27 de enero de 1990 fue presentada con sus cinco movimientos en el marco del festival de música electroacústica Inventionen '90 en la Akademie der Künste.
My Fascinating Instrument (1990), el álbum que descubrió a Oskar Sala a una nueva generación de seguidores. |
Otras piezas destacadas del álbum eran "Impression Électronique (Hommage À Bourges)", que es una composición para cinta, imposible de reproducir en tiempo real con el Mixturtrautonium, que Sala concibió como continuación de su "Elektronische Impressionen Nr. 1-9" de 1979, y cuya 'première' aconteció en el XVII Festival Internacional de Música Experimental de Bourges (Francia), el 8 de junio de 1987. Finalmente la pieza que abría el álbum, "Fantasie-suite in drei Sätzen für Mixturtrautonim Solo", es la misma que Sala había estrenado dos años antes con motivo de la presentación de su nuevo instrumento. Se trata de una suite experimental creada con la intención de demostrar la capacidad del Mixturtrautonium.
El 26 de mayo de 1991 en el marco del KlangArt Festival acontecido en el Stadthalle de Osnabrück Oskar Sala interpretó "Caprice With Variations" y realizó varias demostraciones con el Mixturtrautonium. Una de ellas, de casi nueve minutos, se incluyó en el CD recopilatorio extraído del evento titulado KlangArt (Happy Valley Records, 1991), que además recogía piezas de otros músicos participantes como Karlheinz Stockhausen, Blue Chip Orchestra o Einstürzende Neubauten entre otros. Sala volvería a tomar parte en la edición de 1993 de este mismo festival con otro 'Gesprächskonzert' en los que solía narrar los acontecimientos más destacados de su carrera apoyado por grabaciones de sus bandas sonoras y sus composiciones más significativas.
En ese mismo año 1991 vio la luz el documental Verbotene Klänge: Musik unter dem Hakenkreuz (Sonidos prohibidos: Música bajo la cruz gamada), que estaba producido por la WDR y realizado entre 1989 y 1991. La película, de 83 minutos, y dirigida por Norbert Bunge y Christine Fischer-Defoy narra la eliminación que llevaron a cabo los nazis de toda manifestación musical moderna o vanguardista desde su subida al poder en 1933. El film se complementa además con entrevistas a músicos que fueron víctimas o testigos de la persecución, entre ellos Oskar Sala, que a lo largo del film también interpreta un fragmento de "Langsames Stück und Rondo für Trautonium" de Paul Hindemith.
El 5 de marzo de 1992 Oskar Sala llevaría a cabo un concierto con el Mixturtrautonium en el Kulturcentrum am Wartburgplatz de Berlín en el que presentaría por vez primera tres de las seis partes de las que constaría su obra "Sechs Capricen für Mixturtrautonium Solo" que se publicaría en formato discográfico cinco años más tarde. En dicho evento de música electrónica titulado "Die Weisse Rose" participarían también los músicos Andreas Bick y Stefan Tedje realizando la presentación del Senatstrautonium, el primer instrumento inspirado en la invención de Sala construido por Jürgen Hiller.
Sala tampoco abandonó su carrera en la música para ópera, y el 3 de junio de 1992 tendría lugar el estreno en la Berlin Staatsoper de una nueva versión de Die Verurteilung des Lukullus (La condena de Lúculo), la ópera de Paul Dessau basada en el libreto de Berthold Brecht con una nueva puesta en escena por parte de la coreógrafa Ruth Berghaus. Esta obra, cuyo estreno había tenido lugar en el mismo escenario en 1951 y para la que Sala había creado diversos efectos sonoros, tendría otras cinco representaciones más en Alemania a lo largo de ese año.
Un mes más tarde, en julio de 1992, la cadena pública de televisión ZDF emitiría el documental de 97 minutos Gestern war heute noch morgen (Ayer, hoy y mañana, 1992), dirigido por Gerhard y Roswitha Ziegler, y producido por Manfred Durniok. Esta película plantea el tema del futuro de la humanidad fuera del planeta Tierra ilustrado por imágenes de archivo y entrevistas con los científicos que vislumbran cómo será la vida en otros mundos.
El trabajo de Sala para el medio cinematográfico continuaría en 1993, con la creación de la banda sonora del largometraje para televisión Das Letzte U-Boot (Das Boot 2: La Última Misión), dirigida por Frank Beyer y producida de nuevo por su viejo amigo Manfred Durniok, que cuenta la historia real del submarino U-234 durante los últimos días de la Segunda Guerra Mundial. La película, que era una coproducción internacional entre Alemania, Estados Unidos, Japón y Austria fue uno de los últimos trabajos importantes de Oskar Sala para la televisión.
El 20 de febrero de 1993 Oskar Sala ofreció un concierto en directo ante trescientas personas con su Mixturtrautonium en el Planetarium am Insulaner de Berlín bajo el nombre de Oskar Sala - Pionier der elektronischen Musik. Unos meses más tarde, en la noche del 22 de agosto, tendría lugar un concierto en el centro comercial Zeilgalerie de Frankfurt, en cuya fachada se proyectó la imagen de Sala interpretando su instrumento desde la séptima planta del edificio en un montaje audiovisual diseñado por el artista Christian Möller, mientras los escasos transeúntes, entre curiosos y extrañados ante la propuesta, se paraban a escuchar y contemplar el espectáculo desde el exterior.
La colaboración con el director y productor Manfred Durniok continuaría en uno de sus proyectos más personales: Teufelsberg (1994), una película, sin diálogos y ambientada con música de Mixturtrautonium, sobre una antigua estación de espionaje estadounidense abandonada proveniente de la época de la Guerra Fría. La música de Oskar Sala ilustra diferentes panorámicas exteriores e interiores del recinto, repleto de salas vacías, cables cortados, paredes y techos desmantelados y ventanas tapiadas. Desgraciadamente los años 90 eran otros tiempos y tras la emisión en alguna de las cadenas públicas de televisión alemana cayó en el más completo de los olvidos.
En 1994 Oskar Sala donó su viejo Mixturtrautonium de 1952 al Deutsches Museum de Bonn donde pasaría a formar parte de su colección denominada "Elementares" (Elemental), dedicada a diferentes progresos en diversas ramas del conocimiento científico, en este caso musical, bajo el nombre de "KlangWerkStätten" (Talleres de sonido). Desde la incorporación del nuevo instrumento transistorizado a su estudio, Sala había abandonado completamente el antiguo, que ya no cumplía ninguna función específica en el desarrollo de sus nuevas composiciones.
Ese mismo año se produjeron las reediciones en CD de Resonanzen (1994), por parte del sello Originalton West de su LP de 1970 Electronic Virtuosity y de Trautonium-Konzerte a partir del LP de 1986 de Harald Genzmer por parte de Wergo, que habían sido dos de los álbumes más exitosos de los registrados por el músico de Greiz.
Tras siete años sin nuevas grabaciones, apareció en enero de 1997 Subharmonische Mixturen. En dicho trabajo, Sala recopila antiguos temas de su amplio repertorio de Mixturtrautonium no publicado con anterioridad, entre ellos una versión editada de varios fragmentos de la banda sonora del film de terror Der Würger Schloss Blackmoor de 1963. También se incluye la pieza casi olvidada "Langsames Stück und Rondo für Trautonium", compuesta por Paul Hindemith en 1935 para el Rundfunktrautonium, en esta ocasión regrabada en 1985 por Sala y el Mixturtrautonium de válvulas.
No obstante, la parte principal del álbum la constituyen dos piezas, en primer lugar "Chaconne Électronique", en la que Sala recrea musicalmente su experiencia bélica, con el Mixturtrautonium reflejando el caos, la destrucción y la muerte, por medio de sonidos anárquicos e inconexos, pero de gran fuerza expresiva. La otra gran pieza del CD es la suite "Sechs Capricen für Mixturtrautonium Solo", compuesta con el Mixturtrautonium transistorizado entre 1992 y 1995. A través de sus 45 minutos Sala demuestra toda la capacidad expresiva del control manual y los pedales de su instrumento con continuos vibratos, glissandos y cambios de tono en una pieza de traviesos trazos románticos y de una belleza cautivadora.
La falta de fiabilidad del Mixturtrautonium de válvulas en las giras de conciertos también alcanzó a su descendiente transistorizado, demostrando que era una tecnología no exenta de problemas. Aunque con el nuevo Mixturtrautonium Oskar Sala realizó actuaciones más esporádicas, cuando los problemas técnicos en el instrumento le impidieron tomar parte en un concierto junto a los músicos Thomas Köner y Max Eastley en el Volksbühne berlinés el 25 de abril de 1997, decidió poner punto y final a su andadura en directo.
En el mismo año 1997 vio la luz en una edición limitada Der Trautonium-Spieler Oskar Sala (Historische Rundfunkproduktionen), un álbum doble producido por el ente de radiotelevisión estatal MDR, que recogía casi dos horas de piezas históricas de Trautonium dentro de su colección 'Dokumente zur mitteldeutschen Musik- und Rundfunkgeschichte' (Documentos musicales de la Alemania Central y la historia de la radiodifusión). De hecho se trataba de varias de las composiciones que Oskar Sala había interpretado para la emisora oficial Deutschlandsender durante los años 30 y 40 con el Rundfunktrautonium y el Konzerttrautonium.
El primer disco, que era el más variado, estaba integrado por algunas de las primeras composiciones de Sala para Trautonium como eran "Scherzo", "Vision", "Grotesker Marsch" y "Kleine Melodie". Tampoco faltaban piezas creadas ex profeso para el instrumento, como la histórica "Sieben Triostücke für drei Trautonien" de Paul Hindemith, "Capriccio für Trautonium und Orchester" de Wolfgang Friebe y "Scherzo im Stile Carl Ditters von Dittersdorf" de Fritz Kreisler. Entre las adaptaciones de otros compositores se encontraban "La Capricciosa" de Franz Ries, "Der Karneval von Venedig" de Niccolò Paganini con arreglos de Harald Genzmer, y "Caprice a-Moll" de Henryk Wieniawski y "Teufelstriller-Sonate" de Giuseppe Tartini, ambas con arreglos realizados por Kreisler.
El segundo CD estaba compuesto íntegramente por dos obras monumentales: Konzert für Trautonium und Orchester (Nr. 1) de Harald Genzmer y Variationen und Fugue über ein eigenes Thema Op. 143 de Julius Weismann.
Después de descartar las actuaciones en directo y aunque con ello se vio mermada una parte de su actividad musical, Oskar Sala continuó trabajando con el mismo ahínco en otras facetas creativas. El 7 de junio de 1998 tuvo lugar la premiere de una nueva versión de la obra de teatro Der Sturm (La Tempestad), original de William Shakespeare bajo la dirección de Stephan Suschke y con música de Oskar Sala, que fue representada durante el mes de junio de ese año en el Berliner Ensemble.
Ese mismo año, la figura de Oskar Sala y su Mixturtrautonium fueron objetivo del director alemán Georg Misch,
que contó con producción británica para la realización de un corto
documental de veintiséis minutos de duración bajo el escueto título de Trautonium.
También en 1998 la casa discográfica Erdenklang reeditó el álbum Elektronische Impressionen, publicado originalmente en 1979, en el que se incluyeron las dos primeras piezas compuestas para el Trautonium en 1930 y 1931 por su maestro Paul Hindemith, así como la suite que daba título al trabajo "Elektronische Impressionen", realizada con el auxilio de la cinta magnética, y en donde Sala se recreaba en la faceta más experimental de su música.
En la última etapa de su carrera, Oskar Sala tomaría parte en algunos proyectos cinematográficos un tanto atípicos. En 1998 compuso el tema principal y el de la escena culminante del film de género vampírico con toques cómicos y eróticos Kiss My Blood , dirigido David Jazay, que obtuvo el Premio Especial del Jurado en el Fantafestival de Roma en 1999, y se exhibió con éxito en otros festivales de cine fantástico y de terror como el BIFFF de Bruselas o Fantasporto de Oporto. El mismo año, Sala realizaría la música para el cortometraje de nueve minutos The Kingdom Of Poet O. dirigido por Dennis Karsten.
En 1999 Sala realizó varias apariciones públicas con sus llamados 'Gesprächskonzert' en el Atonal Festival, el 17 de enero de 1999, celebrado en el Glashaus berlinés, al que seguiría otra demostración en el Volksbühne el 5 de febrero con motivo de un ciclo de actos denominado "1000 Plateaus. (1000 mesetas. Entradas para el próximo milenio)", dedicado a la filosofía experimental en el Estado de la casualidad.
Muy significativa fue la comisión que recibió Oskar Sala por parte de la ciudad de Karlsruhe para ponerle banda sonora al evento astronómico más importante de 1999; el eclipse solar del 11 de agosto. En la fecha señalada, entre las 11 y las 14 horas bajo una carpa situada en el balcón del Palacio, Sala reprodujo desde cinta su composición que fue amplificada con altavoces al numeroso público asistente para contemplar este fenómeno natural desde el patio y el parque aledaños, uniendo un evento astronómico con otro musical. Para la ocasión Oskar Sala compuso una larga pieza misteriosa y atmosférica. Por la noche tuvo lugar en el mismo lugar un festival 'techno'. Para terminar el año, el músico tomaría parte en sus habituales conferencias-concierto en el Musikinstrumenten-Museum de Berlín el 30 de diciembre de 1999 y el 2 de enero de 2000.
Otra nota positiva en esta última parte de la carrera de Sala fue la inclusión de su pieza "Concertando Rubato" en el triple CD recopilatorio OHM: The Early Gurus Of Electronic Music (Ellipsis Arts, 2000), una de las mejores y más completas antologías publicadas sobre los pioneros de la música electrónica.
La longeva serie de TV sobre investigación criminal o del género 'krimi' como se denomina en Alemania, Tatort, emitida a través del canal Das Erste de la televisión pública alemana ARD, contó con una banda sonora de Oskar Sala. El músico de Greiz compuso parte de la música del episodio 442 titulado Tödliches Verlangen (Deseo mortal, 2000), dirigido por Miko Zeuschner y de una duración de noventa minutos.
Precisamente la música para el género 'krimi' vería publicado en el año 2000 el álbum recopilatorio Kriminalfilmmusik No. 4 (Prudence, 2000), que tenía a Oskar Sala como uno de los compositores destacados con cuatro breves temas inéditos para la banda sonora del film Der Würger von Schloss Blackmoor (Harald Reinl, 1963), y otros dos más extensos de Der Fluch Der Gelben Schlange (Franz Josef Gottlieb, 1963).
Entre las últimas obras de Sala para el cine se encuentran la música del corto del director británico Elliot Kew titulado The Box (2000), y Fenster mit Aussicht (2001), un corto de dibujos animados dirigido por Vera Lalyko y producido para la Kunsthochschule für Medien (KHM), de Colonia.
El 26 de mayo de 1991 en el marco del KlangArt Festival acontecido en el Stadthalle de Osnabrück Oskar Sala interpretó "Caprice With Variations" y realizó varias demostraciones con el Mixturtrautonium. Una de ellas, de casi nueve minutos, se incluyó en el CD recopilatorio extraído del evento titulado KlangArt (Happy Valley Records, 1991), que además recogía piezas de otros músicos participantes como Karlheinz Stockhausen, Blue Chip Orchestra o Einstürzende Neubauten entre otros. Sala volvería a tomar parte en la edición de 1993 de este mismo festival con otro 'Gesprächskonzert' en los que solía narrar los acontecimientos más destacados de su carrera apoyado por grabaciones de sus bandas sonoras y sus composiciones más significativas.
El documental Verbotene Klänge: Musik unter dem Hakenkreuz (1991). |
El 5 de marzo de 1992 Oskar Sala llevaría a cabo un concierto con el Mixturtrautonium en el Kulturcentrum am Wartburgplatz de Berlín en el que presentaría por vez primera tres de las seis partes de las que constaría su obra "Sechs Capricen für Mixturtrautonium Solo" que se publicaría en formato discográfico cinco años más tarde. En dicho evento de música electrónica titulado "Die Weisse Rose" participarían también los músicos Andreas Bick y Stefan Tedje realizando la presentación del Senatstrautonium, el primer instrumento inspirado en la invención de Sala construido por Jürgen Hiller.
Sala tampoco abandonó su carrera en la música para ópera, y el 3 de junio de 1992 tendría lugar el estreno en la Berlin Staatsoper de una nueva versión de Die Verurteilung des Lukullus (La condena de Lúculo), la ópera de Paul Dessau basada en el libreto de Berthold Brecht con una nueva puesta en escena por parte de la coreógrafa Ruth Berghaus. Esta obra, cuyo estreno había tenido lugar en el mismo escenario en 1951 y para la que Sala había creado diversos efectos sonoros, tendría otras cinco representaciones más en Alemania a lo largo de ese año.
Un mes más tarde, en julio de 1992, la cadena pública de televisión ZDF emitiría el documental de 97 minutos Gestern war heute noch morgen (Ayer, hoy y mañana, 1992), dirigido por Gerhard y Roswitha Ziegler, y producido por Manfred Durniok. Esta película plantea el tema del futuro de la humanidad fuera del planeta Tierra ilustrado por imágenes de archivo y entrevistas con los científicos que vislumbran cómo será la vida en otros mundos.
Portada de la edición española en DVD del film de Frank Beyer Das Letzte U-Boot, retitulada como Das Boot 2. La Última Misión. |
El 20 de febrero de 1993 Oskar Sala ofreció un concierto en directo ante trescientas personas con su Mixturtrautonium en el Planetarium am Insulaner de Berlín bajo el nombre de Oskar Sala - Pionier der elektronischen Musik. Unos meses más tarde, en la noche del 22 de agosto, tendría lugar un concierto en el centro comercial Zeilgalerie de Frankfurt, en cuya fachada se proyectó la imagen de Sala interpretando su instrumento desde la séptima planta del edificio en un montaje audiovisual diseñado por el artista Christian Möller, mientras los escasos transeúntes, entre curiosos y extrañados ante la propuesta, se paraban a escuchar y contemplar el espectáculo desde el exterior.
La colaboración con el director y productor Manfred Durniok continuaría en uno de sus proyectos más personales: Teufelsberg (1994), una película, sin diálogos y ambientada con música de Mixturtrautonium, sobre una antigua estación de espionaje estadounidense abandonada proveniente de la época de la Guerra Fría. La música de Oskar Sala ilustra diferentes panorámicas exteriores e interiores del recinto, repleto de salas vacías, cables cortados, paredes y techos desmantelados y ventanas tapiadas. Desgraciadamente los años 90 eran otros tiempos y tras la emisión en alguna de las cadenas públicas de televisión alemana cayó en el más completo de los olvidos.
En 1994 Oskar Sala donó su viejo Mixturtrautonium de 1952 al Deutsches Museum de Bonn donde pasaría a formar parte de su colección denominada "Elementares" (Elemental), dedicada a diferentes progresos en diversas ramas del conocimiento científico, en este caso musical, bajo el nombre de "KlangWerkStätten" (Talleres de sonido). Desde la incorporación del nuevo instrumento transistorizado a su estudio, Sala había abandonado completamente el antiguo, que ya no cumplía ninguna función específica en el desarrollo de sus nuevas composiciones.
Ese mismo año se produjeron las reediciones en CD de Resonanzen (1994), por parte del sello Originalton West de su LP de 1970 Electronic Virtuosity y de Trautonium-Konzerte a partir del LP de 1986 de Harald Genzmer por parte de Wergo, que habían sido dos de los álbumes más exitosos de los registrados por el músico de Greiz.
Subharmonische Mixturen (1997), obra esencial en la carrera de Oskar Sala. |
No obstante, la parte principal del álbum la constituyen dos piezas, en primer lugar "Chaconne Électronique", en la que Sala recrea musicalmente su experiencia bélica, con el Mixturtrautonium reflejando el caos, la destrucción y la muerte, por medio de sonidos anárquicos e inconexos, pero de gran fuerza expresiva. La otra gran pieza del CD es la suite "Sechs Capricen für Mixturtrautonium Solo", compuesta con el Mixturtrautonium transistorizado entre 1992 y 1995. A través de sus 45 minutos Sala demuestra toda la capacidad expresiva del control manual y los pedales de su instrumento con continuos vibratos, glissandos y cambios de tono en una pieza de traviesos trazos románticos y de una belleza cautivadora.
La falta de fiabilidad del Mixturtrautonium de válvulas en las giras de conciertos también alcanzó a su descendiente transistorizado, demostrando que era una tecnología no exenta de problemas. Aunque con el nuevo Mixturtrautonium Oskar Sala realizó actuaciones más esporádicas, cuando los problemas técnicos en el instrumento le impidieron tomar parte en un concierto junto a los músicos Thomas Köner y Max Eastley en el Volksbühne berlinés el 25 de abril de 1997, decidió poner punto y final a su andadura en directo.
Oskar Sala en la portada del álbum doble Der Trautonium-Spieler Oskar Sala (1997). |
El primer disco, que era el más variado, estaba integrado por algunas de las primeras composiciones de Sala para Trautonium como eran "Scherzo", "Vision", "Grotesker Marsch" y "Kleine Melodie". Tampoco faltaban piezas creadas ex profeso para el instrumento, como la histórica "Sieben Triostücke für drei Trautonien" de Paul Hindemith, "Capriccio für Trautonium und Orchester" de Wolfgang Friebe y "Scherzo im Stile Carl Ditters von Dittersdorf" de Fritz Kreisler. Entre las adaptaciones de otros compositores se encontraban "La Capricciosa" de Franz Ries, "Der Karneval von Venedig" de Niccolò Paganini con arreglos de Harald Genzmer, y "Caprice a-Moll" de Henryk Wieniawski y "Teufelstriller-Sonate" de Giuseppe Tartini, ambas con arreglos realizados por Kreisler.
El segundo CD estaba compuesto íntegramente por dos obras monumentales: Konzert für Trautonium und Orchester (Nr. 1) de Harald Genzmer y Variationen und Fugue über ein eigenes Thema Op. 143 de Julius Weismann.
Cartel de Der Sturm de William Shakespeare dirigida por Stephan Suschke y con música original de Oskar Sala. |
También en 1998 la casa discográfica Erdenklang reeditó el álbum Elektronische Impressionen, publicado originalmente en 1979, en el que se incluyeron las dos primeras piezas compuestas para el Trautonium en 1930 y 1931 por su maestro Paul Hindemith, así como la suite que daba título al trabajo "Elektronische Impressionen", realizada con el auxilio de la cinta magnética, y en donde Sala se recreaba en la faceta más experimental de su música.
En la última etapa de su carrera, Oskar Sala tomaría parte en algunos proyectos cinematográficos un tanto atípicos. En 1998 compuso el tema principal y el de la escena culminante del film de género vampírico con toques cómicos y eróticos Kiss My Blood , dirigido David Jazay, que obtuvo el Premio Especial del Jurado en el Fantafestival de Roma en 1999, y se exhibió con éxito en otros festivales de cine fantástico y de terror como el BIFFF de Bruselas o Fantasporto de Oporto. El mismo año, Sala realizaría la música para el cortometraje de nueve minutos The Kingdom Of Poet O. dirigido por Dennis Karsten.
En 1999 Sala realizó varias apariciones públicas con sus llamados 'Gesprächskonzert' en el Atonal Festival, el 17 de enero de 1999, celebrado en el Glashaus berlinés, al que seguiría otra demostración en el Volksbühne el 5 de febrero con motivo de un ciclo de actos denominado "1000 Plateaus. (1000 mesetas. Entradas para el próximo milenio)", dedicado a la filosofía experimental en el Estado de la casualidad.
Oskar Sala en el balcón del Palacio de Karlsruhe el 11 de agosto de 1999 desde donde se escuchó su música durante el eclipse solar. Foto: SWR. |
Otra nota positiva en esta última parte de la carrera de Sala fue la inclusión de su pieza "Concertando Rubato" en el triple CD recopilatorio OHM: The Early Gurus Of Electronic Music (Ellipsis Arts, 2000), una de las mejores y más completas antologías publicadas sobre los pioneros de la música electrónica.
La longeva serie de TV sobre investigación criminal o del género 'krimi' como se denomina en Alemania, Tatort, emitida a través del canal Das Erste de la televisión pública alemana ARD, contó con una banda sonora de Oskar Sala. El músico de Greiz compuso parte de la música del episodio 442 titulado Tödliches Verlangen (Deseo mortal, 2000), dirigido por Miko Zeuschner y de una duración de noventa minutos.
Precisamente la música para el género 'krimi' vería publicado en el año 2000 el álbum recopilatorio Kriminalfilmmusik No. 4 (Prudence, 2000), que tenía a Oskar Sala como uno de los compositores destacados con cuatro breves temas inéditos para la banda sonora del film Der Würger von Schloss Blackmoor (Harald Reinl, 1963), y otros dos más extensos de Der Fluch Der Gelben Schlange (Franz Josef Gottlieb, 1963).
Entre las últimas obras de Sala para el cine se encuentran la música del corto del director británico Elliot Kew titulado The Box (2000), y Fenster mit Aussicht (2001), un corto de dibujos animados dirigido por Vera Lalyko y producido para la Kunsthochschule für Medien (KHM), de Colonia.
Oskar Sala descubierto por las nuevas generaciones
El relativo ostracismo que padeció Oskar Sala dentro del mundo de la música electrónica durante los años 70 y parte de los 80 fue algo que empezaría a cambiar en la segunda mitad de esa década. El interés que levantó la figura del músico a través de algunas apariciones públicas en radio y televisión con su Mixturtrautonium encontró eco en una nueva generación de músicos electrónicos fascinados por el personaje y en especial por el instrumento al que había dedicado toda una vida.
Músicos como Christopher Franke de Tangerine Dream, Florian Schneider de Kraftwerk o Pete Namlook fueron algunos de los que visitaron en varias ocasiones a Sala en su estudio interesados por el mágico sonido que producía su instrumento. Aunque el compositor recibió propuestas por parte de algunos de ellos para construir más instrumentos, Sala, ya veterano, siempre declinó las ofertas al carecer del impulso de antaño, evitando al mismo tiempo el uso probablemente frívolo que se hubiera hecho del mismo.
Los integrantes de Kraftwerk o Tangerine Dream pretendían conseguir un instrumento más para integrarlo a los arsenales sonoros de sus respectivos estudios, pero en cuanto se dieron cuenta de la dificultad para interpretar un Trautonium correctamente, así como del trabajo especializado de mantenimiento que requería, su interés se evaporó. Según el propio Oskar Sala, estos músicos jamás estuvieron interesados en su obra, sino que simplemente pretendían conseguir sonoridades diferentes mediante instrumentos fáciles de interpretar, algo a lo que el Mixturtrautonium, sin duda, no se ajustaba. Con el tiempo Florian Schneider sería el único en adquirir de un vendedor privado un Telefunken-Trautonium original para restaurar.
No obstante, Oskar Sala, consciente del celo con el que había mantenido durante más de medio siglo el legado de sus investigaciones con el Trautonium para sí mismo, en los últimos años de su vida y en paralelo a sus otras actividades musicales comenzó a relacionarse con las nuevas generaciones de músicos electrónicos. El interés parecía recíproco. A diferencia de los grandes 'popes' de la electrónica, vistos desde la distancia como inalcanzables, Sala era un pionero sencillo, asequible y afable con el que varios músicos de la generación 'techno' entablaron contacto y llevaron a cabo proyectos conjuntos.
De todos ellos, fue con Pete Namlook con el que estableció una relación más estrecha. Éste entró en contacto con Oskar Sala hacia 1987 gracias a la emisión de un documental en televisión sobre el músico de Greiz, que se convertiría desde entonces en su gran inspiración en el terreno de la música electrónica. Tal y como Namlook comentaría más adelante sobre el Trautonium: "Comparado con los sintetizadores de hoy en día, posee la mejor interfaz para sonidos monofónicos. Puedes crear cada sonido con 'ataque' y trémolo con el movimiento de un dedo. Es extraño que las modernas compañías de sintetizadores, todavía pensando en el piano y en la escala temperada no puedan competir con tecnología de los años 30. Con Sala y el Trautonium sientes la intensidad que sólo puede producir un músico tocando con sus manos, sus pies y todo su cuerpo".
Namlook, gran amante del sonido analógico, conseguiría con el asesoramiento de Sala, desarrollar junto al técnico Olaf Schneider y después de varios años de trabajo un software generador de tonos subarmónicos controlado vía MIDI, o como lo definió el propio músico, un "arpegiador subarmónico".
A principios de julio de 1994 y tras varios días de programación previa de acordes con el asesoramiento de Oskar Sala, Namlook utilizó por vez primera y en directo el arpegiador subarmónico en el Interference Festival en Berlín. De hecho en noviembre de ese mismo año vería la luz el álbum Namlook VII, con un tema único llamado "Subharmonic Interference", grabado en directo en el mencionado festival.
A partir de ese momento, Namlook se lanzó a experimentar de manera regular con los tonos subarmónicos en sus propios álbumes. En enero de 1996 su CD Atom incluyó el tema "Subharmonic Atoms", que supuso la puesta de largo de su dispositivo en una grabación de estudio. Dentro de su serie "Psychonavigation", junto a Bill Laswell utilizó sonidos subarmónicos en el álbum Psychonavigation 3 (febrero, 1997), que incluyó una pieza de cuatro minutos llamada "Trautoniolo". Poco después apareció el álbum Namlook XII (octubre, 1997), del que cerca de trece minutos los constituyen el tema "Subharmonic Invocation Of The Dark Spirits".
La famosa serie "The Dark Side Of The Moog" desarrollada por Namlook junto a la leyenda de la música electrónica Klaus Schulze, tampoco estuvo exenta de incluir notas y acordes subarmónicos. The Dark Side Of The Moog VIII (mayo, 1999), grabado en vivo durante la actuación que ambos músicos ofrecieron en la 23ª edición del Festival de Jazz de Hamburgo, el 23 de abril de ese mismo año, contó con el Trautonium de Namlook en varios momentos del tema "Careful With The AKS, Peter". Tras una pausa de tres años Schulze y Namlook volverían a trabajar juntos en The Dark Side Of The Moog IX (2002), en donde los tonos subarmónicos estarían presentes en su único tema "Set The Controls For The Heart Of The Mother (Part I-VI)".
La colaboración con David Moufang (Move D), también daría lugar a dos álbumes con presencia de tonos subarmónicos. El primero de ellos, Move D / Namlook III - The Retro Rocket (mayo, 1999), contenía la pieza "Für Friedrich, Oskar & Paul" que suponía un tácito reconocimiento a los tres personajes decisivos en la historia del instrumento, o como escribía el músico en el CD, "a su innovación que nunca fue igualada... El Trautonium". En el posterior Move D / Namlook VI - Live In Heidelberg 2001 (noviembre, 2001), grabado en el marco del Enjoy Jazz Festival el 19 de octubre de ese año, el Trautonium de Namlook estaba procesado a través de una pedalera Moogerfooger MF-102 (Ring Modulator), y un pedal wah-wah de guitarra Dunlop Cry Baby.
Probablemente uno de los homenajes más emotivos realizados por Namlook al creador del Mixturtrautonium tuvo lugar en el quinto volumen de la serie "Psychonavigation" aparecido en abril de 2002. En este álbum, realizado en colaboración con Bill Laswell, se incluyó la pieza "Life Eternal" en la que Namlook grabó una extraña melodía con el Trautonium la misma noche en la que falleció Sala, el 26 de febrero de 2002. Cuando al día siguiente se enteró de la luctuosa noticia decidió dedicar el tema a su héroe musical y amigo, Oskar Sala.
Aunque Namlook nunca ha revelado los detalles técnicos de su software, se ha expresado en términos superlativos sobre su Trautonium: "Este instrumento parece funcionar como una interfaz mente-música... es increíblemente interactivo y me proporciona la posibilidad de crear directamente tonos y sonidos sin ninguna demora en el proceso de creación musical".
No obstante, cualquier seguidor de la obra de Sala que escuche los álbumes de Namlook en los que utiliza su generador de tonos subarmónicos enseguida se dará cuenta del enfoque totalmente opuesto entre ambas propuestas. Mientras Oskar Sala disponía de un instrumento real de naturaleza interpretativa con un sinfín de posibilidades de experimentación, Namlook sólo contaba con un software para generar algunos sonidos, acordes y efectos lanzados a través de un rudimentario controlador MIDI, muy lejos del control manual del Mixturtrautonium.
Con el tiempo, los esfuerzos de Namlook por dar a conocer las peculiaridades de los tonos subarmónicos entre la comunidad musical se demostraron baldíos, siendo escasos los músicos que han mostrado algún interés por incorporarlos a su música. Incluso él mismo renunció a seguir en esa dirección en su propia obra a mediados de la primera década del siglo XXI.
Sin embargo, Namlook tendría más éxito en la labor de promoción de la obra de Sala por medio de su sello FAX. En 1995 reeditó de forma limitada a mil copias y remasterizada My Fascinating Instrument, que incluía, cerrando el álbum, una versión en directo de la pieza "Demonstration" de "Fantasie-Suite In Drei Sätzen Für Mixturtrautonium Solo" grabada directamente en DAT el 11 de diciembre de 1988. En 1997 publicaría Subharmonische Mixturen en una edición con el mismo número de ejemplares, en una nueva versión a la que había lanzado previamente la discográfica Erdenklang, que en esta ocasión venía acompañada de un libreto de veintitrés páginas y dos piezas adicionales: "Saitenspiele und Tonbandkünste" y "Ostinato mit Fanfaren".
Además de Namlook o Thomas Köner, con el que Sala colaboró puntualmente, el VJ y artista de origen israelí residente en Berlín Safy Etiel, también conocido como Safy Sniper, se puede contar entre los artistas de la generación 'techno' inspirados por la obra de Oskar Sala. Especializado en la manipulación de imágenes y sonidos para crear bucles sonoros, utilizó algunos cortometrajes con música creada con el Mixturtrautonium para desarrollar sus propios trabajos.
Músicos como Christopher Franke de Tangerine Dream, Florian Schneider de Kraftwerk o Pete Namlook fueron algunos de los que visitaron en varias ocasiones a Sala en su estudio interesados por el mágico sonido que producía su instrumento. Aunque el compositor recibió propuestas por parte de algunos de ellos para construir más instrumentos, Sala, ya veterano, siempre declinó las ofertas al carecer del impulso de antaño, evitando al mismo tiempo el uso probablemente frívolo que se hubiera hecho del mismo.
Los integrantes de Kraftwerk o Tangerine Dream pretendían conseguir un instrumento más para integrarlo a los arsenales sonoros de sus respectivos estudios, pero en cuanto se dieron cuenta de la dificultad para interpretar un Trautonium correctamente, así como del trabajo especializado de mantenimiento que requería, su interés se evaporó. Según el propio Oskar Sala, estos músicos jamás estuvieron interesados en su obra, sino que simplemente pretendían conseguir sonoridades diferentes mediante instrumentos fáciles de interpretar, algo a lo que el Mixturtrautonium, sin duda, no se ajustaba. Con el tiempo Florian Schneider sería el único en adquirir de un vendedor privado un Telefunken-Trautonium original para restaurar.
Klaus Schulze y Pete Namlook actuando en el Jazz Festival de Hamburgo. En la parte superior de la imagen se puede observar el rudimentario controlador de tonos subarmónicos de Namlook. |
De todos ellos, fue con Pete Namlook con el que estableció una relación más estrecha. Éste entró en contacto con Oskar Sala hacia 1987 gracias a la emisión de un documental en televisión sobre el músico de Greiz, que se convertiría desde entonces en su gran inspiración en el terreno de la música electrónica. Tal y como Namlook comentaría más adelante sobre el Trautonium: "Comparado con los sintetizadores de hoy en día, posee la mejor interfaz para sonidos monofónicos. Puedes crear cada sonido con 'ataque' y trémolo con el movimiento de un dedo. Es extraño que las modernas compañías de sintetizadores, todavía pensando en el piano y en la escala temperada no puedan competir con tecnología de los años 30. Con Sala y el Trautonium sientes la intensidad que sólo puede producir un músico tocando con sus manos, sus pies y todo su cuerpo".
Namlook, gran amante del sonido analógico, conseguiría con el asesoramiento de Sala, desarrollar junto al técnico Olaf Schneider y después de varios años de trabajo un software generador de tonos subarmónicos controlado vía MIDI, o como lo definió el propio músico, un "arpegiador subarmónico".
A principios de julio de 1994 y tras varios días de programación previa de acordes con el asesoramiento de Oskar Sala, Namlook utilizó por vez primera y en directo el arpegiador subarmónico en el Interference Festival en Berlín. De hecho en noviembre de ese mismo año vería la luz el álbum Namlook VII, con un tema único llamado "Subharmonic Interference", grabado en directo en el mencionado festival.
A partir de ese momento, Namlook se lanzó a experimentar de manera regular con los tonos subarmónicos en sus propios álbumes. En enero de 1996 su CD Atom incluyó el tema "Subharmonic Atoms", que supuso la puesta de largo de su dispositivo en una grabación de estudio. Dentro de su serie "Psychonavigation", junto a Bill Laswell utilizó sonidos subarmónicos en el álbum Psychonavigation 3 (febrero, 1997), que incluyó una pieza de cuatro minutos llamada "Trautoniolo". Poco después apareció el álbum Namlook XII (octubre, 1997), del que cerca de trece minutos los constituyen el tema "Subharmonic Invocation Of The Dark Spirits".
Pete Namlook y Klaus Schulze en directo en el festival de jazz de Hamburgo en 1999. |
La colaboración con David Moufang (Move D), también daría lugar a dos álbumes con presencia de tonos subarmónicos. El primero de ellos, Move D / Namlook III - The Retro Rocket (mayo, 1999), contenía la pieza "Für Friedrich, Oskar & Paul" que suponía un tácito reconocimiento a los tres personajes decisivos en la historia del instrumento, o como escribía el músico en el CD, "a su innovación que nunca fue igualada... El Trautonium". En el posterior Move D / Namlook VI - Live In Heidelberg 2001 (noviembre, 2001), grabado en el marco del Enjoy Jazz Festival el 19 de octubre de ese año, el Trautonium de Namlook estaba procesado a través de una pedalera Moogerfooger MF-102 (Ring Modulator), y un pedal wah-wah de guitarra Dunlop Cry Baby.
Probablemente uno de los homenajes más emotivos realizados por Namlook al creador del Mixturtrautonium tuvo lugar en el quinto volumen de la serie "Psychonavigation" aparecido en abril de 2002. En este álbum, realizado en colaboración con Bill Laswell, se incluyó la pieza "Life Eternal" en la que Namlook grabó una extraña melodía con el Trautonium la misma noche en la que falleció Sala, el 26 de febrero de 2002. Cuando al día siguiente se enteró de la luctuosa noticia decidió dedicar el tema a su héroe musical y amigo, Oskar Sala.
Las ediciones del sello FAX de Pete Namlook de la obra de Oskar Sala. De arriba a abajo: My Fascinating Instrument (1995), y Subharmonische Mixturen (1997). |
No obstante, cualquier seguidor de la obra de Sala que escuche los álbumes de Namlook en los que utiliza su generador de tonos subarmónicos enseguida se dará cuenta del enfoque totalmente opuesto entre ambas propuestas. Mientras Oskar Sala disponía de un instrumento real de naturaleza interpretativa con un sinfín de posibilidades de experimentación, Namlook sólo contaba con un software para generar algunos sonidos, acordes y efectos lanzados a través de un rudimentario controlador MIDI, muy lejos del control manual del Mixturtrautonium.
Con el tiempo, los esfuerzos de Namlook por dar a conocer las peculiaridades de los tonos subarmónicos entre la comunidad musical se demostraron baldíos, siendo escasos los músicos que han mostrado algún interés por incorporarlos a su música. Incluso él mismo renunció a seguir en esa dirección en su propia obra a mediados de la primera década del siglo XXI.
Sin embargo, Namlook tendría más éxito en la labor de promoción de la obra de Sala por medio de su sello FAX. En 1995 reeditó de forma limitada a mil copias y remasterizada My Fascinating Instrument, que incluía, cerrando el álbum, una versión en directo de la pieza "Demonstration" de "Fantasie-Suite In Drei Sätzen Für Mixturtrautonium Solo" grabada directamente en DAT el 11 de diciembre de 1988. En 1997 publicaría Subharmonische Mixturen en una edición con el mismo número de ejemplares, en una nueva versión a la que había lanzado previamente la discográfica Erdenklang, que en esta ocasión venía acompañada de un libreto de veintitrés páginas y dos piezas adicionales: "Saitenspiele und Tonbandkünste" y "Ostinato mit Fanfaren".
Además de Namlook o Thomas Köner, con el que Sala colaboró puntualmente, el VJ y artista de origen israelí residente en Berlín Safy Etiel, también conocido como Safy Sniper, se puede contar entre los artistas de la generación 'techno' inspirados por la obra de Oskar Sala. Especializado en la manipulación de imágenes y sonidos para crear bucles sonoros, utilizó algunos cortometrajes con música creada con el Mixturtrautonium para desarrollar sus propios trabajos.
Oskar Sala según aparece retratado en el libreto del álbum Stereo Also Playable Mono (2006), del grupo MakroSoft. |
Probablemente una de las colaboraciones más extrañas de toda la carrera del músico de Greiz fue la que realizó hacia el final de su vida con el grupo de Düsseldorf MakroSoft en el tema de Nirvana "Smells Like Teen Spirit" para el álbum Stereo Also Playable Mono (2006), que se gestó entre los años 1999 y 2005.
El propio Oskar Sala y el profesor Hans Jörg Borrowicz (uno de los profesores que desarrollaron el Mixturtrautonium transistorizado), asesoraron a Dieter Doepfer, fundador de la firma de instrumentos electrónicos que lleva su nombre, en el desarrollo de componentes similares a los que se incluían en el Mixturtrautonium, en especial los módulos para generar tonos subarmónicos A-113 (Subharmonic Generator), y el de filtros de formantes A-104 (Trautonium Formant Filter), creados para formar parte del sistema modular Doepfer A-100, y que vieron la luz a mediados de 1999.
La adición de estos módulos a otros ya existentes para el sistema modular A-100 daban como resultado un Trautonium monofónico, pero en ningún caso eran capaces de recrear todas sus otras peculiaridades, especialmente el corazón del instrumento, su control manual, cuya emulación se llevaba a cabo mediante un 'ribbon controller' (A-198, y actualmente el modelo MIDI R2M). La propia Doepfer reconoció que debido a la complejidad y fragilidad del original se vieron obligados a optar por una solución más sencilla, económica y fiable, pero en ningún caso capaz de alcanzar las cotas de sutileza sonora del control manual original del Mixturtrautonium.
Desde siempre Oskar Sala manifestó que el corazón del Mixturtrautonium era su control manual, y que los módulos electrónicos que había detrás tenían una importancia secundaria, dado que siempre se podían sustituir por otros que cumplieran funciones similares realizados con la tecnología moderna, como así sucedió con su instrumento transistorizado de 1988. No obstante, con el control manual era distinto, dado que incluso en los años 90 no existía ningún controlador MIDI comercial capaz de proporcionar al músico el mismo grado de expresividad que en el original. Deberían pasar todavía unos años hasta la aparición del Continuum Fingerboard de Haken Audio en 2002, un elitista instrumento con asombrosas características de control sonoro, para superar las cualidades expresivas del instrumento de Sala.
En paralelo a estos desarrollos, en 1995 Jörg Spix, un estudiante de informática de la Universidad de Oldenburg presentó una tesis en el KlangArt Festival sobre la viabilidad de un Trautonium digital cuyos periféricos (control manual y pedales), se controlarían vía MIDI por medio de un Atari ST, las configuraciones sonoras estarían generadas por el software MAX ejecutándose sobre Apple MacIntosh, y la síntesis sonora en tiempo real iría a cargo del ISPW (Ircam Signal Processing Workstation), en la plataforma NeXT.
Nuevos desarrollos en los ámbitos del hardware y el software darían lugar a nuevas iniciativas de recrear el sonido del Trautonium ya comenzado el siglo XXI.
Los últimos años en la vida de Oskar Sala estuvieron jalonados de honores y reconocimientos a su obra y a los logros de toda su carrera. En junio de 1997 recibió en Bonn, junto al compositor de bandas sonoras André Previn, el Premio de Honor en los Premios Internacionales de Cine y Música de Medios de Comunicación auspiciados por la Europäische Filmmusik Biennale, que congregaba a varias instituciones cinematográficas y musicales alemanas.
Dos años más tarde sería nombrado Senador Honorífíco de la Hochschule der Künste de Berlín y el 7 de mayo de 2000 recibiría el Anillo de Honor del Deutsches Museum de Múnich con motivo de la transferencia testamentaria de su estudio, todos sus instrumentos, sus notas, correspondencia y diversa documentación, así como su archivo de cintas y los derechos musicales sobre las mismas al museo. Asimismo se estableció la creación de una Fundación Oskar Sala.
En julio del año 2000, y coincidiendo con el 90 aniversario de Oskar Sala, el joven fotógrafo y escritor berlinés Peter Badge publicó el libro fotobiográfico Oskar Sala. Pionier der elektronischen Musik, dentro de un proyecto coordinado por Peter Friess, amigo del músico y director del Deutsches Museum de Bonn mientras la editorial Satzwerk se encargaría de su publicación. El volumen retrata, a través de sus 120 páginas, la vida y obra de Oskar Sala a través de una extensa entrevista (incluida en alemán e inglés), gran cantidad de fotografías históricas de su extensa carrera, así como otras más recientes del músico trabajando en su estudio y viajando, además de documentos y recortes de noticias y un listado de las composiciones más significativas del artista.
El prólogo, escrito por Florian Schneider de Kraftwerk, seguidor de la trayectoria de Sala, ponía de relieve el trabajo pionero del músico de Greiz al tiempo que resaltaba el interés que despertaba su figura entre las nuevas generaciones. El libro se completaba con la inclusión de un CD-Rom con fragmentos de vídeo que recogen diversas demostraciones de la capacidad sonora del Mixturtrautonium.
Precisamente, la mayor parte de los vídeos incluidos en el CD-Rom de Oskar Sala. Pionier der elektronischen Musik, pertenecían a diferentes momentos del excelente film Oskar Sala. Die vergangene Zukunft Des Klanges (Oskar Sala - El Antiguo Futuro del Sonido), también realizado con motivo de la conmemoración del 90 aniversario de Sala. Los realizadores Ingo Rudloff y Oliver Rauch filmaron un documental de 83 minutos, en el que el compositor hacía un recorrido por su propia historia, la del instrumento y las personas que tuvieron un papel destacado en su desarrollo, todo ello apoyado por entrevistas y numerosas imágenes de archivo.
Tras las celebraciones, la vida de Oskar Sala continuó discurriendo como era habitual en él. Cumpliendo con su ritual diario recorría a pie los veinte minutos que separaban su apartamento de su estudio de la Avenida Heerstraße en el que dedicaba incontables horas a componer y tocar con su Mixturtrautonium exprimiendo un tiempo que se le escapaba de entre los dedos.
Desgraciadamente ese tiempo tocó a su fin la noche del 26 de febrero de 2002 cuando Oskar Sala falleció por causas naturales a los 91 años de edad en su apartamento del barrio de Charlottenburg. Sus restos mortales descansan junto a los de su esposa Käte (fallecida en 1999), en el cementerio berlinés de Friedhof Heerstraße.
Con su fallecimiento se produjo un hecho insólito al tiempo que trágico en la historia de la música, en el que la
desaparición de un músico conllevaba a su vez la del instrumento que éste había creado. Oskar Sala jamás dispuso del tiempo ni del interés en instruir a eventuales discípulos. Existiendo un solo instrumento no hubiera sido tarea fácil y él era perfectamente consciente de que el Mixturtrautonium no era un simple instrumento electrónico, sino una extensión musical de su persona, una parte de su vida que modeló y adaptó a sus necesidades, y eso es algo que ningún discípulo jamás llegaría a comprender en toda su magnitud.
Tristemente la muerte de Sala puso punto y final a un capítulo clave de la historia de la música electrónica; el de los inventores, ingenieros y músicos que abrieron el camino, los verdaderos pioneros anteriores a la Segunda Guerra Mundial. Aquellos que imaginaron una nueva forma de hacer música a partir de la electricidad y la incipiente tecnología radiofónica, que gracias a su intuición y perseverancia lograron dar vida a una serie de instrumentos que supondrían la base de todo lo que vendría después. Oskar Sala fue sin duda, el último representante de toda esa época, el último artesano.
Unos meses después del fallecimiento de Oskar Sala, el 11 de julio de 2002 el Deutsche Telekom AG (nueva denominación de la Fachhochschule der Deutschen Bundespost Berlin), y el Instituto Nacional de Investigación Musical firmaron un acuerdo de cesión del Mixturtrautonium al Musikinstrumenten-Museum de Berlín, para poner a disposición del público dentro de su colección de instrumentos electrónicos históricos. Por su parte el Deutsches Museum de Múnich sería el encargado de velar por los fondos documentales dejados por el artista.
Prácticamente toda la vida de Oskar Sala se encuentra en esos archivos, que contienen desde objetos personales como su partida de nacimiento, fotografías familiares o recuerdos de los viajes realizados por el matrimonio Sala, pasando por las distintas patentes de sus inventos, manuscritos, diagramas, partituras, correspondencia diversa o guiones, hasta los premios, libros, discos, películas y las cintas con miles de horas de grabaciones musicales con el Mixturtrautonium.
La existencia de tal cantidad de cintas se debía al hecho de que Sala desde que tuvo a disposición el magnetófono rara vez transcribía sus composiciones a papel, con lo que la grabadora se convirtió desde entonces en su partitura a la vez que la única forma de conservar su obra.
Los deseos testamentarios de Oskar Sala incluían velar por su obra y sus invenciones, así como su preservación para la posteridad. Gracias a los fondos del programa KUR para la Conservación y Restauración de Bienes Culturales Móviles auspiciado por los gobiernos estatales y federales de Alemania, el museo llevó a cabo durante tres años (2007-2010), la digitalización del archivo de alrededor de 1.900 cintas que se conservan de la obra de Sala, dado que corrían grave riesgo de desgaste por el paso del tiempo, un almacenamiento sin las condiciones óptimas y el deterioro del revestimiento plástico de las cintas magnéticas. El complejo proceso de restauración y digitalización en audio de alta resolución se llevó a cabo en varias fases con la intención de permitir un posterior análisis e investigación y también un detallado proceso de documentación de las mismas y su incorporación a bases de datos.
A pesar de la ingente labor realizada hasta la fecha y el tiempo transcurrido, el Deutsches Museum de Múnich todavía no ha publicado un catálogo completo de las obras del músico de Greiz, algo a todas luces necesario, habida cuenta las informaciones contradictorias referentes a este aspecto de su carrera, que citan la existencia de entre 300 y 600 composiciones, de las cuales tal vez tres cuartas partes correspondan a bandas sonoras.
La entrega oficial del Mixturtrautonium al Musikinstrumenten-Museum de Berlín se realizó el 14 de diciembre de 2004, con un concierto en el mismo museo que coincidía con la celebración del vigésimo aniversario del Institut für Musikforschung am Kulturforum en el que el músico Wolfgang Müller realizó varias demostraciones e interpretó, acompañado de otros dos músicos, composiciones propias así como cuatro de los "Sieben Triostücke für drei Trautonien", la histórica pieza de Paul Hindemith con el instrumento de Sala y el Trautonium 2000 desarrollado por Jürgen Hiller.
Ciertamente Müller ha sido una de las figuras más activas promocionando el Trautonium desde 2003 en adelante a través de actuaciones con su Trautonium 2000, como el doble concierto "Subharmonische Klänge" del 1 y 2 de marzo de 2007 con motivo de la conmemoración del quinto aniversario del fallecimiento de Sala, en el Musikinstrumenten Museum de Berlín, en el que interpretó nuevas composiciones para el instrumento. A éste le seguirían otros eventos desde entonces como "Trautonium und Jazz" en el Museum für Kommunication de Berlín en 2008 o el concierto de gala ofrecido en el Palacio de la Ópera de Halle en las Jornadas de Música de Cine de Sajonia-Anhalt en 2009.
La trayectoria de Müller en los últimos años ha discurrido a la par de la del ingeniero y luthier Jürgen Hiller que además de construirle ex profeso el Trautonium 2000 (2000-2002), ha tenido una dedicación al instrumento realmente encomiable, construyendo nuevos modelos como el módulo Trautonium VT (2005), equivalente en su capacidad sonora a la de un Volkstrautonium. La pasión de Hiller por la construcción de Trautoniums le llevó a crear a comienzos de 2012 Trautoniks, su propia firma dedicada a la construcción y venta de estos instrumentos hechos por encargo, que puede abrir nuevas vías para que aparezcan futuros intérpretes del instrumento.
A pesar de las vitales aportaciones de Müller o Hiller para mantener viva la llama del Trautonium, referirse a una "escena" actual alrededor del instrumento y el legado de Oskar Sala es seguramente exagerado. La realidad es que existe en Alemania una minúscula comunidad de seguidores de la obra de Oskar Sala más o menos conectados en la que además de Wolfgang Müller y Jürgen Hiller se encuentran, entre otros, músicos como Peter Pichler, Hanno Rinne, Peter Ehlert o Manfred Miersch. De todos ellos, Wolfgang Müller es el único que ha convertido el arte de interpretar y componer con su Trautonium 2000 en el centro de su actividad musical. En junio de 2010 Müller publicó el álbum Rekalibrationen, el primero con nuevas composiciones para Trautonium al margen de la carrera de Oskar Sala.
Por otro lado, la disponibilidad del generador de tonos subarmónicos para el sistema modular A-100 de Doepfer ha facilitado que una serie de músicos experimentales se acercaran tímidamente a la generación sonora del Trautonium desde otras perspectivas. Tal es el caso de la mayor parte de la producción del grupo atelierTheremin de Manfred Miersch, la artista sonora Christina Kubisch en su álbum Licht Himmel (2006), o los austríacos Szely en Processing Other Perspectives (2007), y Metalycée en el álbum It Is Not (2009).
Tras las experiencias en los años 90 de Pete Namlook y su misterioso software generador de tonos subarmónicos y las de Jörg Spix con la demostración de la viabilidad técnica de un Trautonium digital, los siguientes desarrollos del Mixturtrautonium en la primera década del XXI se centraron en el 'software' a la par que comenzaban a popularizarse en el mundo musical las emulaciones virtuales de grandes sintetizadores del pasado.
Dentro de este ámbito se enmarca el Modular Trautonium creado por Herwig Kraß, usuario del sintetizador Reaktor, que programó en 2003 un módulo para la versión 4.3 y superiores dentro de esta plataforma de la firma berlinesa Native Instruments especializada en sintetizadores VST que emulaba algunas de las características del Mixturtrautonium de Oskar Sala. Una evolución sobre la misma idea fue llevada a cabo en 2007 por John Kammeyer-Mueller, que publicó con este 'software' un nuevo pack gratuito de sintetizadores, entre los que se incluía un generador de tonos subarmónicos.
Dos años antes, en 2005, el australiano Rick Jelliffe desarrolló la primera versión VST para Windows bajo el nombre de Neumixturtrautonium cuya adquisición se realizaba por 'donationware' y aunque presentaba diversas carencias en el apartado sonoro respecto a los instrumentos reales, podía ser una buena manera de introducirse, a coste cero, en el mundo de los tonos subarmónicos.
Es más que probable que en los próximos años aparezcan nuevos desarrollos tanto en el terreno del 'hardware' como en el del 'software' enfocados a reproducir algunas de las peculiaridades sonoras del Mixturtrautonium.
El 18 de julio de 2010 Oskar Sala hubiera cumplido cien años. Con motivo de la celebración del centenario de su nacimiento, el Deutsches Museum de Múnich y la Bauhaus-Universität de Weimar con la colaboración y patrocinio de otras instituciones alemanas prepararon toda una serie de actos conmemorativos con las ciudades de Múnich, Greiz (villa natal del músico), y Weimar como principales focos de atención.
Los actos principales tuvieron lugar en el Deutsches Museum de Múnich entre el 16 y 19 de julio con la celebración de un simposio internacional en el que diversos expertos analizaron distintas facetas de la obra de Sala, como su carrera como compositor cinematográfico, su papel como pionero de la música electrónica y por supuesto su vertiente como constructor de instrumentos.
Además de otros actos, que incluyeron visitas guiadas a la colección de instrumentos electrónicos del museo o la 'performance' musical Wiedersehen in Trautonien concebida por Peter Pichler y Katja Huber basada en una fantasía sobre Hindemith, Trautwein, Sala y la historia de la música electrónica, se realizó una retrospectiva sobre algunos de los largometrajes, documentales, cortometrajes o trabajos para televisión en cuyas bandas sonoras participó el artista. Asimismo tuvieron lugar las proyecciones del documental Oskar Sala. Die vergangene Zukunft Des Klanges y el film The Birds de Alfred Hitchcock.
Por su parte los actos celebrados en Greiz (donde en 2005 se dedicó a la memoria del músico una calle con el nombre de Oskar Sala Straße), y Weimar tuvieron un carácter más lúdico y didáctico, que implicó la instalación de un vanguardista pabellón móvil interactivo en el que el público asistente podía visitar durante el día una exposición sobre la trayectoria musical de Oskar Sala y la evolución del Trautonium, y que por la noche se convertía en una llamativa arquitectura de luz. Entre los eventos que tuvieron lugar en Greiz cabe destacar la presentación del cortometraje experimental de ocho minutos titulado Die Fliegen (The Birds II), de Susann Maria Hempel, en el que se utilizaron parte de los efectos sonoros creados originalmente por Sala para el film del director británico.
Lo cierto es que a pesar de los homenajes y reconocimientos que recibió la figura de Oskar Sala en vida, así como el interés que despertó su obra y sus instrumentos tras su fallecimiento, su trayectoria musical a menudo ocupa un lugar anecdótico en los libros sobre la historia de la música electrónica, que por lo general se refieren a él como uno más entre los ingenieros e inventores que desarrollaron los primeros instrumentos electrónicos en las décadas iniciales del siglo XX, pero pasan por alto o infravaloran sus composiciones.
Sin embargo, hoy en día referirse al Trautonium es hacerlo de una parte importante de la historia de la música electrónica del siglo XX. A diferencia de sus contemporáneos Theremin y Ondes Martenot, el Trautonium, que sin duda era el más avanzado de los tres, es el único que fue incapaz de generar a su alrededor una comunidad de intérpretes y de compositores comprometidos, aparte de Hindemith y Genzmer, debido al carácter exclusivo que le dio Oskar Sala durante décadas, y por tanto nunca poseyó el halo de misterio que rodeó a Lev Termen y la innegable magia de su invención.
Mientras la tecnología que había detrás del Theremin o el Ondes Martenot se ha mantenido más o menos inalterable hasta la actualidad, el Trautonium anticipó una constante en los sintetizadores modulares, siendo el único de los tres que ha evolucionado a lo largo de su historia, el único que ha vivido una completa transformación desde su primera y rudimentaria encarnación hasta la última y más compleja.
Tras la muerte de Oskar Sala, el Trautonium, tal y como se conoció, se extinguió para siempre. Nadie en el mundo es capaz de interpretarlo con el grado de maestría de Sala. Para alcanzar el virtuosismo en este instrumento se requiere una singular simbiosis de conocimientos técnicos y aptitudes musicales, una especie de músico y científico al mismo tiempo, unas cualidades que deberían ir paralelas a un compromiso inquebrantable con el instrumento, sintiéndolo como si fuera una parte de su ser, que son características muy inusuales de ver hoy en día entre los músicos profesionales.
A sabiendas de que la época clásica y de gran virtuosismo del Trautonium jamás regresará, hay que asumir la idea de que un instrumento que evolucionó durante setenta años puede continuar haciéndolo en otro contexto tras la desaparición de su principal valedor, y por consiguiente seguir presente de algún modo a través de grabaciones discográficas y conciertos, aunque no sea en su forma original.
En este sentido, actualmente nos encontramos en un momento interesante en el que se abren tres vías para el futuro del Trautonium. Mientras Jürgen Hiller con su construcción artesanal de réplicas de Mixturtrautonium o Volkstrautonium parece abogar por continuar en la senda marcada por Oskar Sala, otra serie de músicos han obviado la vertiente del virtuosismo interpretativo y optan por el uso de tonos subarmónicos por medio de los módulos creados ex profeso por Doepfer para su sistema modular A-100, y un último grupo se decanta por los sintetizadores y emuladores software.
Sea cual sea el futuro, lo esencial por encima de todo es mantener vivo el legado de setenta años de investigaciones sonoras realizados por Oskar Sala y evitar que el Trautonium quede relegado para siempre a una simple figura decorativa en un museo.
* Agradecimientos especiales para Trautonist por sus inestimables datos, consejos, opiniones y material gráfico que han sido fundamentales para poder concluir esta biografía.
El álbum, publicado cuatro años después del fallecimiento de Sala, contaba también con la colaboración de artistas como William S. Burroughs, Otto Sander, Ricky Shayne y Frank Z., que reelaboraban en clave easy listening junto a MakroSoft hits de músicos tan dispares como REM, Kraftwerk, John Lennon, The Clash, Iggy Pop, Soundgarden, Gloria Gaynor o Metallica, en arreglos jazzísticos para guitarra, batería e instrumentos de viento.
Los fragmentos de Mixturtrautonium de "Smells Like Teen Spirit" que se grabaron en el estudio de Sala en Heerstraße recuerdan a otros experimentos anteriores dentro de la música electrónica como los realizados por Gershon Kingsley y Jean-Jacques Perrey en los años 60 con el Moog modular y el auxilio de diversos instrumentos acústicos, o por el dúo The Moog Cookbook en los 90 con sus versiones humorísticas de grandes éxitos de la música pop y rock, que precisamente también versionaron el mismo "Smells Like Teen Spirit" en un proyecto con una filosofía muy similar pero enfocado únicamente hacia los sonidos electrónicos.
El nexo que uniría a Oskar Sala con las nuevas generaciones interesadas por el Trautonium no sólo se limitaría a colaboraciones puntuales con jóvenes músicos en diversos proyectos discográficos o de concierto, sino que venciendo en parte sus ancestrales reticencias, tomaría parte como asesor en varias tentativas de insuflar nueva vida al instrumento, quizá intentando subsanar de algún modo su premeditado aislamiento de décadas.
Entre 1990 y 1992 Sala tomó parte como consultor en un proyecto del ingeniero Jürgen Hiller patrocinado por el Kultursenat de Berlín, que preveía la construcción de nuevos Mixturtrautoniums, con la intención de dedicarlos a fines educativos en escuelas de música. Hiller, precisamente había sido uno de los estudiantes que habían participado en la construcción de su Mixturtrautonium transistorizado y había obtenido su doctorado creando el crucial módulo divisor de frecuencia programable para generar tonos subarmónicos en el instrumento de Sala.
Si bien los principios básicos del Senatstrautonium de Hiller eran esencialmente los mismos que los del Mixturtrautonium de Sala, las principales carencias se encontraban en la no duplicidad de los módulos, al tratarse de un instrumento monofónico, así como en la falta de refinamiento de su control manual y pedal, pero también había importantes diferencias en los divisores de frecuencia y la percusión electrónica, mucho más simples.
Entre 1992 y 1995 Hiller construyó nuevos módulos para el Mixturtrautonium de Sala y se encargó también de las labores de mantenimiento del mismo a la vez que perfeccionaba su Senatstrautonium y realizaba el Trautonium 2000 (2000-2002), convirtiéndose con el tiempo en el mayor experto en el mismo.
El interés por adaptar el Mixturtrautonium a los nuevos tiempos, así como a los requerimientos de los músicos electrónicos contemporáneos aportándoles un producto diferente se trasladó a la compañía alemana Doepfer, una de las firmas punteras en Europa en la fabricación de sintetizadores modulares.
Los fragmentos de Mixturtrautonium de "Smells Like Teen Spirit" que se grabaron en el estudio de Sala en Heerstraße recuerdan a otros experimentos anteriores dentro de la música electrónica como los realizados por Gershon Kingsley y Jean-Jacques Perrey en los años 60 con el Moog modular y el auxilio de diversos instrumentos acústicos, o por el dúo The Moog Cookbook en los 90 con sus versiones humorísticas de grandes éxitos de la música pop y rock, que precisamente también versionaron el mismo "Smells Like Teen Spirit" en un proyecto con una filosofía muy similar pero enfocado únicamente hacia los sonidos electrónicos.
El nexo que uniría a Oskar Sala con las nuevas generaciones interesadas por el Trautonium no sólo se limitaría a colaboraciones puntuales con jóvenes músicos en diversos proyectos discográficos o de concierto, sino que venciendo en parte sus ancestrales reticencias, tomaría parte como asesor en varias tentativas de insuflar nueva vida al instrumento, quizá intentando subsanar de algún modo su premeditado aislamiento de décadas.
El Senatstrautonium desarrollado por Jürgen Hiller en los años 90. Foto: Frank Hoffmann / trautonium.de. |
Si bien los principios básicos del Senatstrautonium de Hiller eran esencialmente los mismos que los del Mixturtrautonium de Sala, las principales carencias se encontraban en la no duplicidad de los módulos, al tratarse de un instrumento monofónico, así como en la falta de refinamiento de su control manual y pedal, pero también había importantes diferencias en los divisores de frecuencia y la percusión electrónica, mucho más simples.
Entre 1992 y 1995 Hiller construyó nuevos módulos para el Mixturtrautonium de Sala y se encargó también de las labores de mantenimiento del mismo a la vez que perfeccionaba su Senatstrautonium y realizaba el Trautonium 2000 (2000-2002), convirtiéndose con el tiempo en el mayor experto en el mismo.
El interés por adaptar el Mixturtrautonium a los nuevos tiempos, así como a los requerimientos de los músicos electrónicos contemporáneos aportándoles un producto diferente se trasladó a la compañía alemana Doepfer, una de las firmas punteras en Europa en la fabricación de sintetizadores modulares.
El propio Oskar Sala y el profesor Hans Jörg Borrowicz (uno de los profesores que desarrollaron el Mixturtrautonium transistorizado), asesoraron a Dieter Doepfer, fundador de la firma de instrumentos electrónicos que lleva su nombre, en el desarrollo de componentes similares a los que se incluían en el Mixturtrautonium, en especial los módulos para generar tonos subarmónicos A-113 (Subharmonic Generator), y el de filtros de formantes A-104 (Trautonium Formant Filter), creados para formar parte del sistema modular Doepfer A-100, y que vieron la luz a mediados de 1999.
Ilustración del sistema modular A-100 de Doepfer en su configuración de 2010 para emular a un Trautonium. Imagen: Doepfer Musikelektronik GmbH. |
Desde siempre Oskar Sala manifestó que el corazón del Mixturtrautonium era su control manual, y que los módulos electrónicos que había detrás tenían una importancia secundaria, dado que siempre se podían sustituir por otros que cumplieran funciones similares realizados con la tecnología moderna, como así sucedió con su instrumento transistorizado de 1988. No obstante, con el control manual era distinto, dado que incluso en los años 90 no existía ningún controlador MIDI comercial capaz de proporcionar al músico el mismo grado de expresividad que en el original. Deberían pasar todavía unos años hasta la aparición del Continuum Fingerboard de Haken Audio en 2002, un elitista instrumento con asombrosas características de control sonoro, para superar las cualidades expresivas del instrumento de Sala.
En paralelo a estos desarrollos, en 1995 Jörg Spix, un estudiante de informática de la Universidad de Oldenburg presentó una tesis en el KlangArt Festival sobre la viabilidad de un Trautonium digital cuyos periféricos (control manual y pedales), se controlarían vía MIDI por medio de un Atari ST, las configuraciones sonoras estarían generadas por el software MAX ejecutándose sobre Apple MacIntosh, y la síntesis sonora en tiempo real iría a cargo del ISPW (Ircam Signal Processing Workstation), en la plataforma NeXT.
Nuevos desarrollos en los ámbitos del hardware y el software darían lugar a nuevas iniciativas de recrear el sonido del Trautonium ya comenzado el siglo XXI.
Un artista para la eternidad
Los últimos años en la vida de Oskar Sala estuvieron jalonados de honores y reconocimientos a su obra y a los logros de toda su carrera. En junio de 1997 recibió en Bonn, junto al compositor de bandas sonoras André Previn, el Premio de Honor en los Premios Internacionales de Cine y Música de Medios de Comunicación auspiciados por la Europäische Filmmusik Biennale, que congregaba a varias instituciones cinematográficas y musicales alemanas.
Dos años más tarde sería nombrado Senador Honorífíco de la Hochschule der Künste de Berlín y el 7 de mayo de 2000 recibiría el Anillo de Honor del Deutsches Museum de Múnich con motivo de la transferencia testamentaria de su estudio, todos sus instrumentos, sus notas, correspondencia y diversa documentación, así como su archivo de cintas y los derechos musicales sobre las mismas al museo. Asimismo se estableció la creación de una Fundación Oskar Sala.
El excelente libro fotobiográfico Oskar Sala. Pionier der elektronischen Musik de Peter Badge. |
El prólogo, escrito por Florian Schneider de Kraftwerk, seguidor de la trayectoria de Sala, ponía de relieve el trabajo pionero del músico de Greiz al tiempo que resaltaba el interés que despertaba su figura entre las nuevas generaciones. El libro se completaba con la inclusión de un CD-Rom con fragmentos de vídeo que recogen diversas demostraciones de la capacidad sonora del Mixturtrautonium.
Precisamente, la mayor parte de los vídeos incluidos en el CD-Rom de Oskar Sala. Pionier der elektronischen Musik, pertenecían a diferentes momentos del excelente film Oskar Sala. Die vergangene Zukunft Des Klanges (Oskar Sala - El Antiguo Futuro del Sonido), también realizado con motivo de la conmemoración del 90 aniversario de Sala. Los realizadores Ingo Rudloff y Oliver Rauch filmaron un documental de 83 minutos, en el que el compositor hacía un recorrido por su propia historia, la del instrumento y las personas que tuvieron un papel destacado en su desarrollo, todo ello apoyado por entrevistas y numerosas imágenes de archivo.
Tras las celebraciones, la vida de Oskar Sala continuó discurriendo como era habitual en él. Cumpliendo con su ritual diario recorría a pie los veinte minutos que separaban su apartamento de su estudio de la Avenida Heerstraße en el que dedicaba incontables horas a componer y tocar con su Mixturtrautonium exprimiendo un tiempo que se le escapaba de entre los dedos.
Desgraciadamente ese tiempo tocó a su fin la noche del 26 de febrero de 2002 cuando Oskar Sala falleció por causas naturales a los 91 años de edad en su apartamento del barrio de Charlottenburg. Sus restos mortales descansan junto a los de su esposa Käte (fallecida en 1999), en el cementerio berlinés de Friedhof Heerstraße.
Oskar Sala. Compositor eléctrico e inventor (1910-2002). |
Tristemente la muerte de Sala puso punto y final a un capítulo clave de la historia de la música electrónica; el de los inventores, ingenieros y músicos que abrieron el camino, los verdaderos pioneros anteriores a la Segunda Guerra Mundial. Aquellos que imaginaron una nueva forma de hacer música a partir de la electricidad y la incipiente tecnología radiofónica, que gracias a su intuición y perseverancia lograron dar vida a una serie de instrumentos que supondrían la base de todo lo que vendría después. Oskar Sala fue sin duda, el último representante de toda esa época, el último artesano.
El Trautonium después de Oskar Sala
Unos meses después del fallecimiento de Oskar Sala, el 11 de julio de 2002 el Deutsche Telekom AG (nueva denominación de la Fachhochschule der Deutschen Bundespost Berlin), y el Instituto Nacional de Investigación Musical firmaron un acuerdo de cesión del Mixturtrautonium al Musikinstrumenten-Museum de Berlín, para poner a disposición del público dentro de su colección de instrumentos electrónicos históricos. Por su parte el Deutsches Museum de Múnich sería el encargado de velar por los fondos documentales dejados por el artista.
Detalle de un rollo de cinta magnética durante el proceso de restauración. Foto: Deutsches Museum. |
La existencia de tal cantidad de cintas se debía al hecho de que Sala desde que tuvo a disposición el magnetófono rara vez transcribía sus composiciones a papel, con lo que la grabadora se convirtió desde entonces en su partitura a la vez que la única forma de conservar su obra.
Los deseos testamentarios de Oskar Sala incluían velar por su obra y sus invenciones, así como su preservación para la posteridad. Gracias a los fondos del programa KUR para la Conservación y Restauración de Bienes Culturales Móviles auspiciado por los gobiernos estatales y federales de Alemania, el museo llevó a cabo durante tres años (2007-2010), la digitalización del archivo de alrededor de 1.900 cintas que se conservan de la obra de Sala, dado que corrían grave riesgo de desgaste por el paso del tiempo, un almacenamiento sin las condiciones óptimas y el deterioro del revestimiento plástico de las cintas magnéticas. El complejo proceso de restauración y digitalización en audio de alta resolución se llevó a cabo en varias fases con la intención de permitir un posterior análisis e investigación y también un detallado proceso de documentación de las mismas y su incorporación a bases de datos.
A pesar de la ingente labor realizada hasta la fecha y el tiempo transcurrido, el Deutsches Museum de Múnich todavía no ha publicado un catálogo completo de las obras del músico de Greiz, algo a todas luces necesario, habida cuenta las informaciones contradictorias referentes a este aspecto de su carrera, que citan la existencia de entre 300 y 600 composiciones, de las cuales tal vez tres cuartas partes correspondan a bandas sonoras.
La entrega oficial del Mixturtrautonium al Musikinstrumenten-Museum de Berlín se realizó el 14 de diciembre de 2004, con un concierto en el mismo museo que coincidía con la celebración del vigésimo aniversario del Institut für Musikforschung am Kulturforum en el que el músico Wolfgang Müller realizó varias demostraciones e interpretó, acompañado de otros dos músicos, composiciones propias así como cuatro de los "Sieben Triostücke für drei Trautonien", la histórica pieza de Paul Hindemith con el instrumento de Sala y el Trautonium 2000 desarrollado por Jürgen Hiller.
El músico Wolfgang Müller con el Trautonium 2000 Mk 2. Foto: Trautonium.de. |
La trayectoria de Müller en los últimos años ha discurrido a la par de la del ingeniero y luthier Jürgen Hiller que además de construirle ex profeso el Trautonium 2000 (2000-2002), ha tenido una dedicación al instrumento realmente encomiable, construyendo nuevos modelos como el módulo Trautonium VT (2005), equivalente en su capacidad sonora a la de un Volkstrautonium. La pasión de Hiller por la construcción de Trautoniums le llevó a crear a comienzos de 2012 Trautoniks, su propia firma dedicada a la construcción y venta de estos instrumentos hechos por encargo, que puede abrir nuevas vías para que aparezcan futuros intérpretes del instrumento.
A pesar de las vitales aportaciones de Müller o Hiller para mantener viva la llama del Trautonium, referirse a una "escena" actual alrededor del instrumento y el legado de Oskar Sala es seguramente exagerado. La realidad es que existe en Alemania una minúscula comunidad de seguidores de la obra de Oskar Sala más o menos conectados en la que además de Wolfgang Müller y Jürgen Hiller se encuentran, entre otros, músicos como Peter Pichler, Hanno Rinne, Peter Ehlert o Manfred Miersch. De todos ellos, Wolfgang Müller es el único que ha convertido el arte de interpretar y componer con su Trautonium 2000 en el centro de su actividad musical. En junio de 2010 Müller publicó el álbum Rekalibrationen, el primero con nuevas composiciones para Trautonium al margen de la carrera de Oskar Sala.
Por otro lado, la disponibilidad del generador de tonos subarmónicos para el sistema modular A-100 de Doepfer ha facilitado que una serie de músicos experimentales se acercaran tímidamente a la generación sonora del Trautonium desde otras perspectivas. Tal es el caso de la mayor parte de la producción del grupo atelierTheremin de Manfred Miersch, la artista sonora Christina Kubisch en su álbum Licht Himmel (2006), o los austríacos Szely en Processing Other Perspectives (2007), y Metalycée en el álbum It Is Not (2009).
Tras las experiencias en los años 90 de Pete Namlook y su misterioso software generador de tonos subarmónicos y las de Jörg Spix con la demostración de la viabilidad técnica de un Trautonium digital, los siguientes desarrollos del Mixturtrautonium en la primera década del XXI se centraron en el 'software' a la par que comenzaban a popularizarse en el mundo musical las emulaciones virtuales de grandes sintetizadores del pasado.
El Trautonium virtual desarrollado por Herwig Kraß para Reaktor. |
Dos años antes, en 2005, el australiano Rick Jelliffe desarrolló la primera versión VST para Windows bajo el nombre de Neumixturtrautonium cuya adquisición se realizaba por 'donationware' y aunque presentaba diversas carencias en el apartado sonoro respecto a los instrumentos reales, podía ser una buena manera de introducirse, a coste cero, en el mundo de los tonos subarmónicos.
Es más que probable que en los próximos años aparezcan nuevos desarrollos tanto en el terreno del 'hardware' como en el del 'software' enfocados a reproducir algunas de las peculiaridades sonoras del Mixturtrautonium.
El 18 de julio de 2010 Oskar Sala hubiera cumplido cien años. Con motivo de la celebración del centenario de su nacimiento, el Deutsches Museum de Múnich y la Bauhaus-Universität de Weimar con la colaboración y patrocinio de otras instituciones alemanas prepararon toda una serie de actos conmemorativos con las ciudades de Múnich, Greiz (villa natal del músico), y Weimar como principales focos de atención.
Los actos principales tuvieron lugar en el Deutsches Museum de Múnich entre el 16 y 19 de julio con la celebración de un simposio internacional en el que diversos expertos analizaron distintas facetas de la obra de Sala, como su carrera como compositor cinematográfico, su papel como pionero de la música electrónica y por supuesto su vertiente como constructor de instrumentos.
El pabellón interactivo instalado en Greiz y Weimar para conmemorar el centenario del nacimiento de Oskar Sala en 2010. |
Por su parte los actos celebrados en Greiz (donde en 2005 se dedicó a la memoria del músico una calle con el nombre de Oskar Sala Straße), y Weimar tuvieron un carácter más lúdico y didáctico, que implicó la instalación de un vanguardista pabellón móvil interactivo en el que el público asistente podía visitar durante el día una exposición sobre la trayectoria musical de Oskar Sala y la evolución del Trautonium, y que por la noche se convertía en una llamativa arquitectura de luz. Entre los eventos que tuvieron lugar en Greiz cabe destacar la presentación del cortometraje experimental de ocho minutos titulado Die Fliegen (The Birds II), de Susann Maria Hempel, en el que se utilizaron parte de los efectos sonoros creados originalmente por Sala para el film del director británico.
Lo cierto es que a pesar de los homenajes y reconocimientos que recibió la figura de Oskar Sala en vida, así como el interés que despertó su obra y sus instrumentos tras su fallecimiento, su trayectoria musical a menudo ocupa un lugar anecdótico en los libros sobre la historia de la música electrónica, que por lo general se refieren a él como uno más entre los ingenieros e inventores que desarrollaron los primeros instrumentos electrónicos en las décadas iniciales del siglo XX, pero pasan por alto o infravaloran sus composiciones.
Sin embargo, hoy en día referirse al Trautonium es hacerlo de una parte importante de la historia de la música electrónica del siglo XX. A diferencia de sus contemporáneos Theremin y Ondes Martenot, el Trautonium, que sin duda era el más avanzado de los tres, es el único que fue incapaz de generar a su alrededor una comunidad de intérpretes y de compositores comprometidos, aparte de Hindemith y Genzmer, debido al carácter exclusivo que le dio Oskar Sala durante décadas, y por tanto nunca poseyó el halo de misterio que rodeó a Lev Termen y la innegable magia de su invención.
Mientras la tecnología que había detrás del Theremin o el Ondes Martenot se ha mantenido más o menos inalterable hasta la actualidad, el Trautonium anticipó una constante en los sintetizadores modulares, siendo el único de los tres que ha evolucionado a lo largo de su historia, el único que ha vivido una completa transformación desde su primera y rudimentaria encarnación hasta la última y más compleja.
Tras la muerte de Oskar Sala, el Trautonium, tal y como se conoció, se extinguió para siempre. Nadie en el mundo es capaz de interpretarlo con el grado de maestría de Sala. Para alcanzar el virtuosismo en este instrumento se requiere una singular simbiosis de conocimientos técnicos y aptitudes musicales, una especie de músico y científico al mismo tiempo, unas cualidades que deberían ir paralelas a un compromiso inquebrantable con el instrumento, sintiéndolo como si fuera una parte de su ser, que son características muy inusuales de ver hoy en día entre los músicos profesionales.
A sabiendas de que la época clásica y de gran virtuosismo del Trautonium jamás regresará, hay que asumir la idea de que un instrumento que evolucionó durante setenta años puede continuar haciéndolo en otro contexto tras la desaparición de su principal valedor, y por consiguiente seguir presente de algún modo a través de grabaciones discográficas y conciertos, aunque no sea en su forma original.
En este sentido, actualmente nos encontramos en un momento interesante en el que se abren tres vías para el futuro del Trautonium. Mientras Jürgen Hiller con su construcción artesanal de réplicas de Mixturtrautonium o Volkstrautonium parece abogar por continuar en la senda marcada por Oskar Sala, otra serie de músicos han obviado la vertiente del virtuosismo interpretativo y optan por el uso de tonos subarmónicos por medio de los módulos creados ex profeso por Doepfer para su sistema modular A-100, y un último grupo se decanta por los sintetizadores y emuladores software.
Sea cual sea el futuro, lo esencial por encima de todo es mantener vivo el legado de setenta años de investigaciones sonoras realizados por Oskar Sala y evitar que el Trautonium quede relegado para siempre a una simple figura decorativa en un museo.
Oskar Sala reinterpretado por el artista Emil Schult. Imagen. emilschult.com |
* Agradecimientos especiales para Trautonist por sus inestimables datos, consejos, opiniones y material gráfico que han sido fundamentales para poder concluir esta biografía.
Impresionante tu trabajo, amigo. Te felicito.
ResponderEliminarGracias amigo!!!, fue difícil escribir esta última parte (la más complicada de todas, sin duda), estuve alrededor tres meses uniendo cabos sueltos, documentándome exhaustivamente y asesorándome con Trautonist, experto en Sala con el que intercambié media docena de emails muy provechosos en cuanto a datos que no figuraban en ningún sitio, fotos, listado de obras, dudas sobre algunos asuntos técnicos. Al final creo que quedó tan contento como yo con el resultado.
ResponderEliminarAsí y todo personalmente mi parte favorita y de la que estoy más orgulloso es la tercera, centrada en la etapa de Sala con las bandas sonoras. Mientras escribía esta última la actualicé no menos de seis o siete veces con nuevos datos de bandas sonoras que me habían pasado por alto y algunos pequeños detalles que hicieron que aumentara el texto en una veintena de líneas. Realmente disfruté con esa parte.
Un abrazo
Pablo
Gran descubrimiento personal y una documentación exahustiva que se agradece en estos tiempos.
ResponderEliminarGracias por la labor de divulgación tan fenómena. JCCC.
Gracias JCCC!!!
ResponderEliminarMaravillosa publicación, extraordinariamente documentada, bien escrita y muy amena. Me has dejado anonadado (e insomne hasta que lo terminé). Y me has convertido en adicto a audionautas. Te felicito y te animo a que sigas publicando artículos como este. Me encanta leer sobre los pioneros de la música electrónica, tanto músicos como ingenieros y constructores.
ResponderEliminarQuedé fascinado no sólo cuando escuché los sintetizadores analógicos de primera generación (EMS, Moog, ARP), sino también cuando leí, en mi tierna infancia, libros como el "Nueva generación de instrumentos musicales", del maestro Juan Bermúdez (que recomiendo como de lectura obligatoria para todo aficionado al género de la música electrónica, el cual, si bien está descatalogado en papel, su autor, de forma generosa, ha colgado en la red en formato electrónico .pdf para su descarga gratuita, y además convenientenente actualizado). En él fue donde por primera vez tuve conocimiento de la existencia del Trautonium, pero, como bien dices en tu artículo, se le citaba de forma anecdótica, junto al Ondes Marthenot y al Theremin.
Con el paso del tiempo, he buscado por Internet más información sobre este excelso instrumento y he devorado con avidez cuanto he hallado sobre él, pero nunca había encontrado una información tan completa y definitiva sobre el mismo como la que nos has regalado. Sólo puedo decir: gracias, gracias, gracias.
Muchísimas gracias Arpegiator por tus amables palabras. Siento que hayas perdido horas de sueño por mi culpa ;-)
ResponderEliminarLas historias de muchos de estos pioneros de la electrónica suelen ser fascinantes y eso es lo que me atrajo desde un primer momento y me animó a escribir algunas de estas historias (Oskar Sala, Clara Rockmore, Jörg Mager, Hugh Le Caine, etc.), en gran parte debido a que en una misma persona se conjugaba el técnico, el inventor con el músico, algo casi inevitable en aquella época, pero que hoy en día, aunque existe, es más complicado de encontrar. Otro aspecto importante es que estos artistas vivieron una época turbulenta en el mundo y en Europa, con la Segunda Guerra Mundial, la Guerra Fría, etc. Todo ello hace que sus vidas sean como una película en la que tienen lugar muchos acontecimientos relevantes. La vida de León Theremin sería un ejemplo de lo que digo, por ejemplo.
En concreto la historia de Oskar Sala me intrigó desde principios de los 90 (de 1991 o 92), cuando me compré un ejemplar de la revista European Musician (revista alemana, que aquí en España venía traducida de la edición italiana), que incluía una extensa entrevista con el músico. Diez años después, en 2002 publiqué una primera biografía en la revista Margen (basada en aquella entrevista a Sala y en la información dispersa que había en aquel internet con un Google todavía incipiente), que supuso la base de la que partí para escribir la actual, muchísimo más extensa y detallada. Documentarse para escribir el texto fue tanto o más divertido que escribirlo, dado que la información estaba diseminada por decenas de páginas web y varios libros y revistas (y un documental), y de todo ello había que hacer un texto ameno y bien estructurado. Del capítulo que estoy más orgulloso es del referido a la carrera de Oskar Sala en el cine. Tras publicarlo y a medida que seguía investigando, lo tuve que editar en diversas ocasiones para añadir más bandas sonoras que iba descubriendo, y aunque seguro que faltan muchas (hizo más de 300), considero que es bastante completo en su obra esencial en ese campo.
Todavía hoy en día no existe publicada en formato libro una biografía de Oskar Sala como tal, y es extraño, dado que es un músico que genera un gran interés en la actualidad, más de una década después de su fallecimiento y hay varios musicólogos alemanes que investigan en el campo de los pioneros de la música electrónica. Supongo que es sólo cuestión de tiempo que se publique una ....(continúa en el siguiente post)
La última biografía que escribí de manera extensa y detallada fue la del músico francés Zanov, que publiqué a finales de 2014. En aquel caso pude entrevistar al músico (vía email), y el fruto de todo lo que me contó, las fotografías que me aportó, dieron lugar a un texto bastante logrado que me llevó dos meses de trabajo, pero que se escribió casi solo, del tirón, a medida que el artista respondía a mis preguntas. No obstante, el problema que existe con muchos pioneros de la electrónica anteriores a la Segunda Guerra Mundial es conseguir escribir un relato vivo en base única y exclusivamente a fuentes documentales, dado que todos esos pioneros ya han fallecido. Es un reto, ciertamente, y es cuestión de encontrar la historia adecuada.
ResponderEliminarPoseo una amplia biblioteca sobre música electrónica y desde hace tiempo llevo sondeando la posibilidad de escribir otra biografía sobre algún otro pionero, tal es el caso de Harald Bode, Peter Zinovieff, Paolo Ketoff o como más recientemente, que compré un libro sobre el austriaco Max Brand, cuya historia me pareció muy poco interesante y con escaso material como para escribir una biografía en condiciones. De Ketoff apareció en italiano una obra el año pasado que está escrita por un musicólogo y es tan sumamente aburrida que la abandoné a las cuarenta páginas, no por la vida del personaje, que sí es interesante, sino por el estilo del autor, realmente soporífero, típico trabajo de investigador que no da forma literaria a sus hallazgos. Quizá se podría entresacar un buen texto después de filtrarlo mucho, aunque es un trabajazo.
Al final de todos los mencionados el que tiene más números para ser "audionautizado" es Harald Bode, un pionero conocido, pero que siempre ha estado en una especie de segunda línea. El principal problema con Bode es que sobre todo fue un inventor con decenas de invenciones y quizá la mayor dificultad a la hora de amenizar los textos sea hacer más llevadero e inteligible el apartado técnico. Es una biografía que tengo que estudiar y con la que familiarizarme, dado que no sería la primera vez que empiezo a escribir sobre un tema y me quedo bloqueado por escasez de información, no poder acceder a determinadas fuentes u otros motivos. La clave para hacer amenas estas historias es enmarcar al artista en una época. Es muy atrayente el trabajo de Sala bajo el régimen nazi (la famosa escena con Goebbels o sus giras por países ocupados), su participación en la Segunda Guerra Mundial, su regreso a la radio ocupada por fuerzas soviéticas, el Quartet-Trautonium encargado por los rusos, su inicio en las bandas sonoras, la historia de Hitchcock, etc., etc., son tantos acontecimientos que si se narran bien, pueden hacer de su lectura, una grata experiencia.
Por otro lado, conozco (virtualmente), a Juan Bermúdez, me ha dado la enhorabuena por varios de los artículos que he publicado aquí y de vez en cuando hace comentarios en el Facebook de Audionautas. Buen tipo y un pionero de la electrónica en España de pleno derecho y cuyo libro (y sus artículos en Música y Tecnología), al igual que a ti, ha influido a varias generaciones de músicos en un tiempo en el que la información sobre estos tiempos era muy escasa. Un grande, sin duda.
Bueno, me alegro de que hayas disfrutado de esta biografía de Oskar Sala, uno de los mejores textos que he escrito para el blog, espero que disfrutes otros de los artículos que he escrito y no pierdas horas de sueño con ellos. ;-)
Un abrazo
Pablo/Audionaut
¡Hola de nuevo, Audionaut!
ResponderEliminarNo había vuelto a entrar en el artículo sobre OsKar Sala hasta hoy (lo he releído de cabo a rabo de nuevo), y desconocía tus últimos comentarios. Gracias de nuevo por la información y las ampliaciones.
Tan sólo quería añadir algo que me ha llamado poderosísimaente la atención sobre Oskar Sala, y que paso a exponer.
Su formación de base, era la de músico y, como bien explicas en el artículo, era de mentalidad abierta en cuanto a las posibilidades de mejora y evolución del instrumento en sí (aunque no lo fuera a la hora de transmitir sus conocimientos a posibles discípulos), para dotarlo de mayor expresividad musical (que, en última instancia, es lo que perseguía, no simplemente experimentar generando sonidos, como hacían en los laboratorios de música electroacústica contemporánea; Sala siempre quiso componer música. Ese eera el gran matiz).
Pero era cosnciente de que ello implicaba modificaciones en el hardware, y de que carecía de la formación técnica necesaria para hacerlo. Así es que se puso manos a la obra para remediarlo, y se fue a estudiar a la Universidad para obtener una Licenciatura en Ciencias Físicas. Gracias a eso, pudo diseñar y llevar a efecto mejoras técnicas en el instrumento, que le permitieron desarrollar una mayor expresividad musical como compositor e intérprete del mismo.
"Chapeau" por el maestro Sala. Eso es tener un par de... y buscar la excelencia en lo que se hace. Hoy día, poca gente estaría dispuesta a hacer algo así... Cosas como esas, son las que diferencian a un Maestro Absoluto en su disciplina (la que sea), de quien es simplemente un gran virtuoso o un excelente profesional. Ese ideal "leonardiano" de buscar el conocimiento total.
Hola Arpegiator. Por eso mismo la biografía de pioneros como Oskar Sala es tan interesante. No sólo por el período histórico que les tocó vivir, sino también por esa cualidad de músico e ingeniero que aunque sigue existiendo en la actualidad, es sin duda mucho menos habitual. En aquella época no existía una industria de instrumentos electrónicos en la que apoyarse, por consiguiente si uno quería prosperar en este campo tenía que inventarse el camino.
EliminarUn saludo
Pablo/Audionaut