El año 2014 ha estado marcado por el regreso discográfico, después de treinta y dos años, de uno de los artistas más interesantes y enigmáticos del gran rompecabezas que forma la música electrónica francesa de los años 70. Un puzzle que en ningún caso estaría completo sin una pieza clave; Pierre Salkazanov, más conocido por el nombre artístico de Zanov.
Creador de evocadores e imaginativos paisajes cósmicos, Zanov fue uno de tantos músicos -en aquel período tan fecundo en talentosos "francotiradores electrónicos"-, que tras el lanzamiento de unos pocos álbumes desapareció de la escena musical sin apenas dejar rastro.
Las preguntas sobre su paradero no dejaron de sucederse entre los aficionados durante años sin obtenerse respuesta, lo que a su vez provocó la circulación de rumores y especulaciones que contribuyeron a aumentar todavía más el aura de misterio que rodeaba a la figura de Zanov. Con el tiempo fueron muchos los que descubrieron, a menudo fruto del azar, la música de este "genio perdido" del sonido cósmico francés. Sin embargo, Zanov continuaba siendo un enigma del que poco más, aparte de su música, su nombre y alguna fotografía, había trascendido.
El misterio a más de treinta años de ausencia se resolvió inesperadamente en junio de este año, cuando el propio artista anunció su regreso con el lanzamiento de un nuevo álbum (Virtual Future), y un plan firme para establecer una carrera musical estable. Un hecho que sin duda le ha vuelto a poner de actualidad entre la comunidad de seguidores de la música electrónica cósmica y ha despertado un renovado interés por su trayectoria.
Creador de evocadores e imaginativos paisajes cósmicos, Zanov fue uno de tantos músicos -en aquel período tan fecundo en talentosos "francotiradores electrónicos"-, que tras el lanzamiento de unos pocos álbumes desapareció de la escena musical sin apenas dejar rastro.
Las preguntas sobre su paradero no dejaron de sucederse entre los aficionados durante años sin obtenerse respuesta, lo que a su vez provocó la circulación de rumores y especulaciones que contribuyeron a aumentar todavía más el aura de misterio que rodeaba a la figura de Zanov. Con el tiempo fueron muchos los que descubrieron, a menudo fruto del azar, la música de este "genio perdido" del sonido cósmico francés. Sin embargo, Zanov continuaba siendo un enigma del que poco más, aparte de su música, su nombre y alguna fotografía, había trascendido.
El misterio a más de treinta años de ausencia se resolvió inesperadamente en junio de este año, cuando el propio artista anunció su regreso con el lanzamiento de un nuevo álbum (Virtual Future), y un plan firme para establecer una carrera musical estable. Un hecho que sin duda le ha vuelto a poner de actualidad entre la comunidad de seguidores de la música electrónica cósmica y ha despertado un renovado interés por su trayectoria.
Con la idea en mente de dar a conocer su historia, durante tantos años esquiva, comencé a preparar el pasado mes de octubre este retrato biográfico sobre Zanov que os presento hoy. Una historia que ansiaba poder contar desde que inauguré esta nueva etapa de Audionautas, y que a título personal supone un pequeño sueño hecho realidad. Espero que disfrutéis con su lectura tanto como yo con su proceso de documentación y escritura.
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